You let me go ... | Isco Alarcon.

2."¿Cena para recompensar?"

Bajo la mirada y río.

— No puedo creer que estés en el mejor club del mundo — lo miro asombrada.

— Pues, gracias a tí — sonríe

— ¿A mi? ¿Por qué? — arqueo una ceja

— Tú fuiste la que me hizo entender que el fútbol era lo mío

— Já — suelto una carcajada — ¿Quién diría que una chica inspiró a un chico a jugar al fútbol? — volví a carcajearme.

— No sabes lo mucho que te he extrañado todo este tiempo — me vuelve a abrazar, como cuando éramos niños.

— Yo también, Isco — sonreí levemente

— Si quieres, nos podemos ver alguno de estos días, digo... para recuperar todos esos momentos perdidos sin tí 

— ¿Cuándo? — respondo sonriente.

— ¿Te parece esperarme y luego vamos a mi casa?

— Vale, te espero — sonreí e Isco desapareció por la puerta de los vestuarios.

Unos pocos minutos después, ya se había cambiado de ropa, y fuimos hacia su lujoso auto. 

Subimos al Audi y me senté en el asiento de adelante, al lado de el del conductor, finalmente arrancó el auto.

— Dime... ¿hace cuanto que estás en el Real?. — pregunto.

— El de hoy fue mi primer partido oficial con el Real Madrid . — sonríe sin despegar la vista de enfrente.

— Oh...  — digo pensativa. Presencié su primer partido sin saberlo.

— ¿Tú que hiciste en este último tiempo? — dice mirándome ya que la luz del semáforo se  había puesto en rojo.

— Estuve estudiando en Inglaterra para poder volver a España, supongo que tú jugaste fútbol, ¿no? 

— Si — ríe — ¿Tuviste o tienes novio? — dice sonriente

— No tengo y tampoco tuve, salí con varios chicos pero ninguno me enamoró.

— ¿Pero cómo puede ser si tu eres tan guapa? — comenta haciendo que me sonroje por completo.

— Sí claro, y tú eres el rey de España — digo sarcásticamente y río. — Aparte, eso no implica que tenga que estar con todos, yo soy la que decido con quién.

— Tienes razón — me mira de reojo. — Llegamos.

Bajé del auto y esperé a que Isco lo guardara. Abrió la puerta y vi su hermosa casa. Empecé a recorrerla, tenía un gran balcón, con hermosas plantas. Varias habitaciones, dos baños, una sala gigante, y una cocina igual.

— ¿Como es que tienes todo esto para ti solo? Es gigante. — miré cada centímetro cuadrado de la casa, maravillada. — Apenas tengo habitación, sala, una cocina pequeña y un baño.

— Verás... tengo novia, vive conmigo, se llama Andrea. 

— Amm... vale, me alegro —  sonrío falsamente. El me mira tiernamente y luego besa mi mejilla.

De repente se abre la puerta y entró una chica, piel un poco bronceada y cabello marrón.

— ¡¿Quién es ella?! —  dice alterada.

— Calmate, mi amor. — Isco va a abrazarla. Entonces supuse que ella sería la novia.

— No... — dice un poco calmada — ¿Ustedes dos tienen algo, no es cierto?.

Isco la mira confundido.

— ¡No! ¡Para nada! — dice muy seguro.

— Me tengo que ir... — digo susurrando, ninguno de los dos me escucharon y salí por la puerta con lágrimas recorriendo por mi mejilla.

Pude escuchar como Isco me llamaba, pero no le hice caso. Tomé un taxi y fui hacia mi casa.

Pagué el viaje y bajé del auto. Me quedé parada en frente de mi apartamento por unos segundos pensando en lo que había pasado. ¿Pero que...?. Finalmente reaccioné y limpié algunas lágrimas que aún seguían en mis mejillas. Entré a mi apartamento y tiré la bufanda que traía puesta con toda la bronca que tenía.

No podía creer que después de todo este tiempo, Isco haya dicho que no tenemos nada. Osea, no salimos ni nada, pero podria haber dicho, "ella es, y fue mi mejor amiga desde que tengo memoria". Quise dormir una siesta pero me desperté por el sonido de mi movil. Era mi madre.

— Hola mamá, ¿qué pasa?.

—¿Te ha gustado volver a ver a Isco? — dice alegre. ¿Cómo sabía?.

— Si, hace un rato estuve en su casa.

— Me ha dicho que te has ido sin decir nada...

— Mamá, luego hablamos, adiós.

Corté la llamada y me fui a hacer un sandwich, porque recordé que no había almorzado .Mientras lo comía, me llego una llamada de Isco. Atendí, sin ganas, pero solo porque quería volver a escuchar su voz .

— ¿Porque te has ido así? — habla desde la otra línea

— ¿No te has oido a ti? — respondo

— ¿Por qué? — dice rápidamente.

— ¡Has dicho que no tenemos nada! Tenemos una amistad,o eso creía yo...

— No pensé que te iba a afectar, te invito a cenar para recompensarte.

— Como si una cena recompensara eso. Já. Pero... aceptaré, nada más por que te quiero.

— Te quiero más, enojona — dice con tono divertido.

— Ja-ja-ja, que gracioso — digo sarcástica. — ¿Cuándo?

— Si quieres hoy mismo, te paso a recoger a las 8:00, ¿te parece?

—¿Por qué todo hoy? ¡Dáme un respiro, chico! — reímos juntos — Está bien, pero ... ¿tu novia no dirá nada?.

— No... le explicaré. Nos vemos guapa — suelta una carcajada — Adiós.

— Adiós Isquito. — río.

Corté la llamada y me fui a bañar, ya que faltaba una hora. Dejé que el agua se ponga a temperatura y me metí en la bañera. Salí y me puse un vestido rojo que llegaba hasta las rodillas, me quedaba ajustado pero no me incomodaba. Dejé que mi pelo sea 'libre' por así decirlo, y me lo desaté, ricé las puntas y me maquille levemente. Al rato,sentí el sonido del timbre, seguramente era Isco. Abrí la puerta.

— Hola,¿estas bien? — dice abrazándome.

— No. — me miró desconcertado — Mentira, bobo. — reí — Estoy bien — sonreí levemente.

— No me asustes. —  bromea — Vaya, estás hermosa.

— Con maquillaje todo el mundo se ve bien. — rodo los ojos.

— ¿Vamos?. — asiento con la cabeza.

Subimos a su auto y fuimos a un restaurante de comida Italiana.

— ¿Te gusta? — dice Isco acercando un bocado de ,la comida la cual desconocía su nombre, hacia su boca.

—  Si,¿a ti? —  pruebo la comida.

—  Esta muy rico — toma un poco de vino. — ¿Me perdonas? 

— ¿Que cosa?

— Lo que dije hoy...—  dice agachando la cabeza

—  Isco,después de todo somos amigos ¿no?.

—  Si, mejores amigos. —  sonríe

Terminamos de comer y al salir, sentimos muchas cámaras enfocarnos. A Isco no le importaba, seguía caminando, pero a mi me aterraba la idea de que tal vez lo pasen por la televisión.