dieciocho: lo que no contó

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Les dejo pañuelitos por aquí ->

Samuel lo mira, están sentados frente a frente, en el pequeño cubículo del baño, ambos doblando las piernas para no molestar al otro.

Habían estado sentados allí durante un rato ya, sin decir nada, ninguno sabía como comenzar a hablar luego de la discusión que habían tenido, pero tampoco querían irse, estar juntos era todo lo que ambos necesitaban.

Rubén fue el primero en hablar.

- Fue porqué comí mucho en el desayuno. - se excusa. - El estómago se reduce y no acepta la misma cantidad de comida que antes... no puedo controlarlo.

Pero Samuel lo sabía, había tomado un par de clases de psicología en la universidad, porque quería saber todo sobre ello, y quiso contarle, pero en su lugar decidió contarle algo más, algo que, para bien o para mal, cambiaría la idea que Rubén tenía de él.

- Si quise volver. - dice Samuel. - En serio.

- Ya... no es necesario que me consue~

- Merecías a alguien mejor, eso era lo que pensaba. - murmura. - Durante todo nuestro tiempo juntos siempre creí que merecías a alguien mejor. - continúa con una sonrisa triste. - Nunca te has visto a través de mis ojos, Rub, sé que no eres perfecto, porque me sacas de quicio como nadie más puede hacerlo, pero, jo... te amo con cada fibra de mi cuerpo, y quizás lo haga siempre, era consciente de lo minúsculo que era junto a ti.

> Tuve una temporada terrible después de irme, todo era tan distinto... - cuenta. - dejé de comer, porque no tenía apetito en lo absoluto, o luego comía demasiado, y era tan difícil salir de la cama algunos días, yo... dejé de hablar con todo el mundo, excepto con mamá, ella se preocupaba mucho. - continúa, Rubén lo mira, escuchándolo atentamente. - Terminé yendo con la psicóloga de la universidad, me dijo que era normal estar triste tras lo que había sufrido al irme de aquí, pero que no eran normales los indicios de depresión... que todo se debía a algo que llamó: "la douleur exquise", - Rubén frunce el ceño al pensar en la frase ¿"el dolor exquisito"? ¿Qué coño era eso? - recuerdo que me dedicó una sonrisa muy triste y me dijo que se traducía como "la angustia de un amor imposible". - de pronto el peliblanco lo mira apartarse una lágrima de la mejilla, con una risa corta. - Y le conté de ti, y de como me sentía tan diminuto comparado con todas las personas que te hacían reír a carcajadas, y como me sentía sabiendo que tú lo tenías todo y yo era solo... un chico becado.

- Pero tú no eras eso, Sam, - dice el peliblanco con los ojos llenos de lágrimas. - no eras eso, lo sabe~

- Para ti, pero yo no me sentía más que eso. - murmura. - Y nadie lo notaba porque siempre estaba haciendo bromas sobre como era el mejor y... - se encoge de hombros antes de suspirar. - quise volver la Navidad de aquel año, pero sabía que si te veía, aunque fuera por un instante, no podría irme de nuevo, aun así, hice suficiente dinero y me compré un pasaje a España, pero cuando estaba en el aeropuerto me detuve, porque no podía volver... porque necesitaba amarme por completo primero a mí; y me tomó mucho tiempo sentirme bien conmigo mismo, suficientemente bueno para mi carrera y cuando iba a volver, te busqué en Instagram, y descubrí que ya estabas con alguien más. - ahora se lleva ambas manos al rostro, limpiándose las mejillas llenas de lágrimas. - Y yo no podía quitarte eso, pero tampoco podía verte con él, aún no puedo, y lo siento... porque se supone que debería estar feliz con eso, pero soy egoísta y-

Escuchan la risa de alguien entrando al baño y Samuel se pone de pie inmediatamente, saliendo del cubículo, mira al hombre que ha entrado, quien lo mira de vuelta con expresión curiosa por sus ojos llorosos. El arquitecto le dedica un asentimiento de cabeza como saludo antes de apoyarse en el lavamanos y lavarse el rostro, el hombre lo mira con curiosidad una vez más antes de salir del baño, Samuel se queda de pie allí hasta que mira la puerta del cubículo abrirse lentamente, Rubén está sentado allí, con la punta de la nariz enrojecida, igual que los ojos.

Endless cliché • Rubegetta • (ELC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora