Érase un mundo de letras:
un reino en exceso raro,
con una reina de oros
y reyes de tintes al lado.
Hubo un ruín rey amarillo:
ya muerto, desde hace años,
con su traición pagó sangre
y fue un intercambio caro.
Una batalla ocurrió,
murieron muchos soldados.
Desde entonces roja es la reina,
su callado reino, largo.
Mas la reina gris se halló
escapando del blanco
y al reino de rojo fue
intentando rezar a santos;
pero lo que no intuía
era la pedida de mano.
Ahora tienen dos reinas,
y una atroz guerra en su estado.
El rey azul intentó,
en aquel largo verano,
en una intención en vano
y de ira saturado
a las monarcas matar.
Su cabeza fue el pago,
su sangre el sacrificio
y su recuerdo, destrozado.
No fue el último en intentarlo,
mas las reinas los pararon
con su gran autoridad.
Ya que en el reino olvidado,
liberado y opulento,
han destrozado a tantos.
¡Viva las poderosas reinas
y su ilustre reinado!
ESTÁS LEYENDO
Trozos de porcelana rota:
KurzgeschichtenUna alma rota, unas venas llenas de tinta, una siendo llamada loca y una historia en ruinas. Un libro donde publicar mis relatos cortos y poemas.