Miré por la ventana esperando ver aquella puesta de Sol que tanto esperaba, una tormenta se cernía por el cielo e impedía las vistas del suceso que debía ocurrir. Y con decepción apagué la cámara preparada para plasmar aquel atardecer. Era una calurosa tarde de verano y el chubasco que sobrepasaba mi apartamento no hacía más que recordarme las maravillas del invierno.
El café que estaba bebiendo tenía el intento de llenarme de inspiración mientras me enfrentaba a una página en blanco. ¡Y maldigo a todas aquellas páginas en blanco! Era ya costumbre para mí tener una fantástica idea, y que después al encararme con un documento en blanco con infinidad de posibilidades me quedase estática delante de tantas opciones.
Esa tarde me rendí al intentar escribir sin resultado alguno, pero hoy: en una noche friísima de invierno, acompañada de música clásica me opongo a entrar en el reino de los sueños sin haber ganado la batalla contra la página en blanco.
13/11/20 – 162 palabras
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Trozos de porcelana rota:
Historia CortaUna alma rota, unas venas llenas de tinta, una siendo llamada loca y una historia en ruinas. Un libro donde publicar mis relatos cortos y poemas.