Significamos Fuego (+18)

capitulo 4

Alejandro

Cierro la puerta llendo a la cocina, la cabeza me palpita y los pies me duelen. Me jode cuando tengo molestias.

Busco en los anaqueles unas pastillas para el dolor de cabeza. La consigo y me la tomo, me sirvo el desayuno y voy a cambiarme.

Ayer después de caminar hasta casa me despoje de la ropa quedando solo en boxer, busque a Jhoana haber si ya había llegado pero nada, su cama estaba vacía.

Intente dormir pero lo único que logré fue dar vueltas y vueltas.

Lavo lo que ensucie de mala gana y me alistó para ir a la Universidad.

Al mirarme al espejo no me sorprendo de nada, las medias lunas adornan mis ojos, me siento cansado mentalmente.

Me baño, cepillo los dientes y salgo. Me pongo lo primero que veo en el armario. Un suéter negro ajustado que se pega a mí cuerpo y unos jeans blancos, zapatos negros y ya.

Agarró todo lo que sea para hoy y salgo, tomo el bus y llego. Al entrar los susurros se hacen presente, los miró confundido al ver que me miran.

Llegó a mi primera clase y veo a Fernando con su móvil en mano, me acerco y me siento alado de el.

- ¿Que rumores son los que hay ahora? - Lo miró y alza la mirada sorprendido.

- ¿No lo sabes aún!?

- ¡Recién llegó! - Le alzó la voz y empieza a reír.

«Todo me fastidia ahora»

- Está bien, pongámonos serio. - Deja de reír y me mira. - Katha a vuelto.

Me encojo de hombro. - ¿Y?

- ¿¡Como que Y!? Tu ex después de tanto tiempo regreso y tu solo dices "¿Y?" - Me da risa la cara que pone.

- Ya lo sabía desde hace rato, antes la había pasearse por los pasillos y ayer la vi y pude hablar un poco con ella.

- ¿¡Y no me haz dicho nada!?

Ruedo los ojos. - Haberla visto pasar por los pasillos fue inesperado pero no estaba seguro que fuera ella, ayer en la discoteca me encontré a la pelinegra. - Me mira con diversión. - Pensé que sería buena idea follarla y terminar de una vez con la apuesta.

- ¿Y que pasó? - Sonríe.

- Hablamos por unos momentos, fuimos a su departamento, la toque y nos calentamos. - Empieza a reír. - Pero abrieron la puerta y ¡PUM! me encontré con Katha.

- ¿¡Me estás jodiendo!? - Alza la voz y los que están en el aula nos miran, la doy un golpe en la cabeza haciendo que se tranquilice. - ¿¡Pero como puede ser eso posible!? ¿Que paso después? - Dice sobándose la cabeza.

- Obvio salí detrás de ella. - Me golpea igual. - ¿¡Que!?

- Idiota, ¿¡Cómo vas a dejar a la pelinegra cachonda y semidesnuda solo por ir detrás de ella!?

- Kristel nunca se quejó, es más se despidió muy contenta.

- ¿Como? - Si tuviera mi móvil listo para una foto se la tomaría viendo la cara que tiene. - Es que es de locos, la dejas mojada por irte detrás de tu ex y se despide contenta como si no haya pasado nada.

Miró como la pelinegra entra, me mira y desvia la mirada rápido sentándose dos asientos más adelante.

- Pues si, eso pasó.

- ¿Y que pasó con Katha? - Baja la voz.

- Puedo decir que “charlamos” un rato. - Suspiro recordándolo. - Te lo resumo. Hizo como si no me conociera, forcejeamos por un momento, la pelinegra es su mejor amiga y Katha tiene novio.