CAPÍTULO 2
Despertó a media noche por un gran estruendo. Se levantó curiosa por semejante bullicio afuera de su casa, por la ventana sólo se veían un par de patrullas y bomberos rodeando un poste de luz. Se quedó tranquila sabiendo que aquello no involucraba nada con su hogar.
Su estómago crujió, su garganta estaba demasiado seca para soltar algún quejido de dolor o de hambre. Se estiró una última vez y movió su cuerpo hasta la puerta.
Su desesperación se hizo sentir en todo su cuerpo, al ver que la puerta no abría.
- No -Se dijo a sí misma.
Con sus ojos llenos de lágrimas, comenzó a tirar las fuerte de lo que podría normalmente. No quería pensar que la había dejado encerrada a propósito, se negaba a creer que ese hombre era tan malo. Pero así lo era y ella no sabía.
Se apartó de la puerta y se sentó en la cama para intentar pensar fríamente.
- No tengo mi teléfono, mi laptop está mala y aún así no me serviría de nada -Miró a su alrededor- No sé si las llaves de repuesto abran la puerta, lo dudo.
Miró la manilla, el pestillo estaba por dentro y por fuera estaba la cerradura. Por lo que el no poder abrirla no era que estuviera con llave, sino que el hombre había encontrado la forma de bloquear el paso.
Se llevó las manos a la cabeza con desesperación e intentó recordar qué hacer en estos casos. Respiró y botó, recordó que tenía un teléfono antiguo del cual llamaba su madre cuando estaba viva. Lo buscó entre las cajas debajo de su cama, aquel rincón donde Akihiko nunca se metía pero suponía que algún día lo haría.
Prendió la pantalla, aún funcionaba con un poco de batería. Revisó los contactos, no había nadie que conociera y tampoco podía llamar a la policía. El escándalo que se armaría sería enorme y probablemente la echen de su departamento.
Siguió bajando hasta encontrar el número de su hermano. Saltó de emoción y le marcó.
- ¿Aló? -Preguntó con voz ronca.
- Suzu -Dijo sollozando- Ayúdame, creo que me quedé encerrada.
- No estoy en Tokio -Bostezó- No puedo ayudarte.
- Pero...
-¿Por qué me estás llamando desde este número? -Preguntó antes de que pudiera reprochar- ¿Qué pasó con tu teléfono?.
- Hermano -Aguantó el llanto- Ayúdame por favor, me quiero ir de este lugar.
- Espera, tranquilizate -Cayó en cuenta de lo mal que lo estaba pasando- ¿Estás sola?.
- Creo, Akihiko no da señales de ruido detrás de la puerta -Dijo mientras se agachaba para revisar si había alguna luz prendida.
- Mandaré a alguien del club de voley -Dijo con preocupación- No sé si me responda, pero es el único que conozco que podría ayudarte.
- Gracias -Dijo entre sollozos- Apúrate por favor, no me queda mucha batería.
- No te preocupes -Cortó.
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Las Flores de Bokuto 🌼 (Haikyuu) PAUSADA
Fiksi PenggemarCada otoño, observa las flores de su jardín con la esperanza de volver a encontrarla. Cada primavera, cuida las plantas como si en ellas encontrara el remedio para sus penas.