Patty aflojó la carrera, e iba dando pequeños saltos a la vera de Liz, que examinaba despreocupada la pantalla de su teléfono móvil. Ambas pusieron rumbo a unas de las aulas principales de Shibusen, a los asientos en los que las dos solían sentarse mientras daban clases.
— ¿Crees que estará por aquí? —exclamó Patty subiendo la grada a toda velocidad, mirando bajo los asientos de cada fila mientras lo hacía, emocionada.
—Puede —contestó su hermana.
— ¡Venga, Liz! ¡Busca el tuyo también!
Liz dibujó una sonrisa socarrona en su rostro.
—Dudo que el mío esté por aquí.
—Joooo, ¿por qué dices eso si ni has intentado...? ¡Aquí está! ¡Aquí está! ¡Lo encontré!
Patty se perdió de vista unos segundos bajo los asientos y cuando se levantó de nuevo, tenía un gran paquete en las manos que alzó para que Liz lo viese desde donde se encontraba.
— ¡Mira, Liz! ¡Es enoooooorme! ¿Qué piensas que será?
—No lo sé. Ahí reside el misterio ¿no? —dijo ella, levantando la vista del móvil un segundo para mirarle—. ¡Pero no lo estrujes de esa manera si no sabes si puede romperse! ¡Bájalo, anda!
— ¡Voooooy!
Desobedeciendo la sugerencia de Liz, Patty llegó a su lado abrazando el paquete sonriendo de oreja a oreja. Su hermana se apresuró en guardar el móvil en el bolsillo trasero del pantalón, dando un suspiro resignado.
— ¡Qué ganas de enseñárselo a Kid! ¡Vamos! ¡Hay que volver con él ahora que lo he encontrado!
—Seguro que le gustará verlo. Pero antes... cojamos un desvío —replicó Liz, provocando que Patty frunciese el ceño confusa.
Sin embargo, se dejó guiar hasta el exterior del aula, y tomar un pasillo que no llevaba a la Death Room, sino a otra zona diferente de Shibusen, entretanto Liz mantenía la sonrisa.
§
Black Star plegó el sobre y se lo guardó. La nota no le dejaba lugar a dudas: era de Tsubaki. Entonces, el regalo también sería de ella.
— ¡Menuda suerte he tenido! —gritó, sin dejar de correr por los pasillos.
Llevaba un buen rato buscándolo, pues no era demasiado bueno descifrando acertijos, pese a que se lo pusieran fácil. Además, ¿era su arma, no? En cuanto lo viera, lo sabría. Seguro.
Y sólo de imaginarlo, se ruborizaba.
— ¡Por fin es mi oportunidad de tener el regalo de Tsubaki! —volvió a exclamar con brillo en los ojos.
Entonces, frenó en seco. Acababa de ver a Kid en mitad del pasillo, sosteniendo un regalo en alto. Pequeño, con envoltorio color azul y amarillo. ¡Tenía que ser ése! ¡El suyo!
—Qué regalo tan simétricamente doblado. Me pregunto de quién será —escuchó decir a Kid.
— ¡Kid! ¡Cabrón! ¿Qué haces con mi regalo?
El Shinigami miró hacia él, sorprendido.
— ¿Tu regalo? No veo tu nombre escrito en él. La etiqueta dice "Tsubaki". Además, yo lo encontré primero.
Black Star se cabreaba por momentos. Si realmente era el regalo de Tsubaki para él, no pensaba dejar que Kid se lo llevara.
— ¡Dámelo ya!
— ¡Que no! ¡Yo lo vi primero! ¿Por qué no buscas otro?
— ¡¿Por qué no buscas tú otro?!
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One Last Wish [Especial Navidad]
Fanfiction[Colección de Oneshots - Especial Navidad 2020] * Los personajes de Soul Eater son propiedad del gran Atsushi Ōkubo. * Las historias de los Oneshots que forman "One Last Wish [Especial Navidad]" me pertenecen. * Siempre por y para fans. Sin ánimo d...