14. Una espada cayendo

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Amär cayó dentro del portal, desapareciendo del lugar, Freyja torció sus manos cerrando el portal, impidiendo que Ollmhór o algún otro gigante la siguiera, el líder de los gigantes al darse cuenta de la desaparición de Amär empezó a retroceder

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Amär cayó dentro del portal, desapareciendo del lugar, Freyja torció sus manos cerrando el portal, impidiendo que Ollmhór o algún otro gigante la siguiera, el líder de los gigantes al darse cuenta de la desaparición de Amär empezó a retroceder. Freyja se transformó en halcón, volando sobre los gigantes, decidida a exterminar a la mayor cantidad de gigantes busco a un grupo de ellos, para dejarse caer hacia los enemigos de hielo, pero justo cuando estaba a punto de impactar contra uno de ellos, se transformo en humana, usando su lanza como punta para atravesar de un solo golpe a cuatro gigantes, que al instante se partieron por la mitad.

Freyja se dispuso a seguir peleando pero entonces lo vio: Loki con sus majestuosos poderes se propuso a crear una densa capa de nube, misma la cual dejaría indefensa a los gigantes, ya que esta los dejaba completamente ciegos, Freyja entendió la intención del dios de las travesuras y sin dudarlo, usando su propia magia intensificó dicha nube, a su vez, Thor usando su mjolnir se encargó de hacer cambiar el clima, haciendo que la propagación de la niebla fuera más fácil, cuando la frondosa niebla era lo suficientemente grande, Thor invoco un trueno, el cual electrocuto a los gigantes, sus sombras y sus alaridos de dolor fue lo único que se vio ante la densidad de la niebla: los cuerpos enormes de los gigantes temblaban violentamente con cada rayo que caía sobre ellos, sus gritos hicieron temblar la mismísima tierra de asgard, gracias a las sombras pudieron ver como uno a uno los gigantes caian al suelo, incluso vieron a la cabeza de un gigante explotar.

Odin miro a Njörðr, el cual acatando el mandato de Odin despejó con sus fuertes vientos la niebla, a la vez que su hijo Freyr, hacía salir el sol nuevamente.

Los dioses y guerreros se sorprendieron al no ver ningún Jotun muerto, pero a la distancia, en la lejanía de las montañas, justo cuando el sol poco a poco los iluminaba y revelaba a las hordas de gigantes huyendo por las montañas hicieron a los dioses tener una sensación bastante extraña, primero estaba el hecho de que ninguno de ellos aparentemente había muerto en la trampa que los dioses habían provocado, eso hecho los sorprendió mucho, era imposible que hubieran predicho aquel movimiento, era improvisado, por ende era imposible que lo supieran.

— ¡Se están retirando!

— ¿Ganamos? ¡Ganamos! — Freyr no parecía muy convencido,  pero aun asi se unió al grito de guerra comandado por Thor y los demás guerreros.

Las valquirias por otra parte, inconformes y con aquel mal presentimiento se prepararon para correr tras los gigantes, con sus armas en mano, listas para matar y morir.

— ¡Alto! — ordenó Freyja, haciendo a las mujeres detenerse — No sabemos si es una trampa, lo más prudente es esperar.

Finalmente los gigantes de hielo desparecieron por las montañas, posiblemente de regreso a su reino.

— ¿"Lo más prudente"? ¡Debemos dar el golpe final! — propuso Thor alzando el mjolnir.

— ¿Y si es una trampa?

— Es una posibilidad, Loki, pero quizás solo vieron nuestro poder.

— Lo dudo mucho, Sif, — Freyr miro al suelo notando la sangre que era absorbida en la tierra, fue entonces cuando una mala idea cruzo por su mente, dejándolo atónito — ¿Y si no huyeron?

Todos los dioses lo miraron aturdidos, en busca de una respuesta.

— ¿De qué hablas, Freyr? ¡Tu mismo los viste huir! Es obvio que los hemos derrotado.

— Quizás Freyr tenga razón, aunque haya sido un ataque sorpresa no era algo tan poderoso como para hacerlos retroceder definitivamente, algo raro sucede — Loki se llevó la mano a la barbilla pensativo, el dios del sol tenía razón, algo estaba mal, fue entonces cuando lo recordó: —  Ollmhór tiene magia, ¿Verdad? 

Freyja abrió los ojos con horror a la comprensión de lo que sucedía.

— Si Ollmhór pudo rastrear a Freyja por su magia, eso significa que...

— También pudo rastrear a Amär.

Freyja sintió su pecho partirse en dos cuando entendió el peligro de la situación: ¿Como pudo ser tan egoísta? Exponer asi a Amär, a la única persona que de pudo amar pese a su mortalidad, la misma que la protegió y obedeció sin rechistar cuando ella estaba indefensa en una forma humana, la habia traido directamente a las garras del enemigo...

Había expuesto a el amor de su vida a una guerra, una a la cual claramente no estaba preparada, ¿Y todo para qué? ¿Para terminar así? Aquello que Freyja creyó que era una victoria resultó ser una derrota, no sólo le había fallado a sus valkirias, también a Amär.

Ahora Ollmhór iba tras ella, dispuesta a matarla.

Freyja corrió hacía su carruaje el cual gustoso la recibió, la diosa tiro de las correas de su carruaje haciendo que este empezará a correr en el aire.

— ¡Freyja!

Gritaron algunos dioses en el suelo.

Pero ella no podía detenerse, cada segundo era crucial, porque cada segundo Ollmhór estaba cerca de Amär.

Las imágenes de la joven vikinga muerta pasaron por su mente: la sangre en su cuerpo, sus huesos rotos, su dolor, sus gritos, sus últimos pensamientos, sabes que nadie fue a salvarla. Freyja abrió un portal en el aire, uno directo a Midgard, decidida a salvar a Amär, aunque tuviera que morir, lo haría, Amär estaba a salvo con ella, lo estaba.

La Llegada De FreyjaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora