La Llegada De Freyja

7. Noche de unión

— No...¡Aléjate! ¡No te atrevas a tocarme!

Einar siguió a Aren que se movía con torpeza por la habitación, las pesadas cadenas caían por el suelo y el sonido que provocaban era horrible, pero nada tan horrible como lo que estaba a punto de pasar.

— Amor, por favor, es la ley, yo te he elegido como mí pareja, debes someterte y entregarte a mí.

— ¡Nunca! ¡Prefiero mil veces la muerte antes de entregarme a tí!

Aren se escondió en un rincón al otro lado de la habitación, él temblaba y sus ojos parecían un río fluyendo, Einar sintió su corazón estrujarse, como quería que él lo amará pero era imposible, Aren jamás amaría al asesino de su gente y a la persona que lo separó de su adorada hija.
Einar suspiró y sin más opción se agachó y tomó las cadenas, Aren palideció al ver la intención del vikingo pero supo que todo estaba perdido.

— No...

Pero Einar no lo escucho y con fuerza de las cadenas jaló haciendo que Aren cayera con fuerza contra la cama. Los ojos de Aren brillaron por las lágrimas y sus labios empezaron a temblar, su pecho subía y bajaba con violencia, como si se contuviera de gritar, Einar se colocó arriba de él y tensando las cadenas lo sujeto a la cama, Aren miraba con desesperación a todas partes buscando alguna salida, Einar se concentró en atar la mano derecha de Aren a la cama, Einar odiaba que la unión fuera así, pero deseaba ver el rostro de Aren cuando llegara al clímax, porque se aseguraría de estimularlo de forma perfecta y en los lugares adecuados para que así fuera menos traumática la experiencia.

— Por favor, no...— gruesas lágrimas salían de sus ojos y de repente dejo de intentar liberarse —. Me entregaré, pero por favor no me violes.

Einar se inclinó con suavidad acariciando su labio superior, bajo con lentitud hasta que sus respiraciones chocaban, Einar intento besar a Aren pero el retrocedió débilmente, Einar lo acaricio, sabia que eso debía ser aterrador para él además de que sabía que Aren era muy inocente y nunca habia tenido una relacion intima mas que con su difunta esposa y la madre de   Amär . Aren cerró los ojos y Einar aprovechó para besarlo, sus labios eran tan suaves y deliciosos que Einar estaba seguro de que se volvería adicto a su sabor, ambos se separaron, Aren abrió sus ojos y lo miró con una suave sonrisa, sus labios rojos lo hacían lucir tan adorable que Einar quiso volver a probar esa dulce boca que tanto le gustaba, pero al volver a inclinarse un dolor pulsante en su estómago lo detuvo, la mano derecha de Aren estaba atada pero la izquierda no, solo tenía la pulsera de hierro que le impedían usar sus poderes, pero eso no le impidió tomar uno de los cuchillos que Einar usualmente llevaba encima de él, en su cinturón de armas.  Einar miro con horror a Aren y su corazon se rompio al ver la inmensa sonrisa que él tenía, Aren empujo a Einar al suelo y aprovecho para liberarse.

 — ¡Nunca seré tuyo! ¡NUNCA!

Aren se soltó de las cadenas y rápidamente procedió a quitarse las pulseras. Pero al fijarse en el lugar que estaba Einar lo encontró vacío, en ese momento Aren se sintió estúpido por dejar solo a Einar, sabiendo que él era un bárbaro y un luchador excepcional.  De repente Aren sintió unas manos apresarlo por detrás y una mano sujetando su cuello, sin apretar pero si sujetando con firmeza.

— ¿QUE IBAS A HACER? ¿PENSASTE EN MATARME? ¿ESO IBAS A HACER? — Einar lo apretó con firmeza y presiono su frondosa barba contra el oído de Aren, con su caliente aliento golpeando su piel  — ¡Eres mio! ¡SOLO MIO! Y ya estoy harto — lanzó  con fuerza a Aren a la cama y se coloco sobre el sujetando sus manos sobre su cabeza, pero en el momento en que tocó sus muñecas noto la ausencia de las pulseras, Einar miró a Aren que seguía sonriendo.

— ¿Perdiste algo, Einar?

Einar empujo a Aren e intentó sujetarlo con fuerza para poder colocarle las pulseras, pero Aren lo lanzó con fuerza y un orbe de aire surgió de sus manos, el viento empujó a Einar al suelo y con fuerza lo golpeo dejándolo inconsciente en el suelo, Aren se acercó a Einar y acaricio su cabeza, le entristecía lo mucho que ese niño había cambiado pero no había nada más que hacer, Aren se alejó de Einar y creo  unas cuantas flamas de fuego, quemando unas cuantas cortinas creando un pequeño incendio, rápidamente creo un portal y salio de ahi. 

Freyja camino detrás de Amär manteniendo cierta distancia, pues estaba segura de que la inmundicia de la humana se le pegaria, miro tranquila a la diosa sintiéndose agradecida de tener semejante honor, estar con una diosa, asi fuera como acompañante o esclava, era un honor maravilloso, aunque todo ese ambiente de tranquilidad se esfumó  cuando escucharon los notorios gritos que provenían de la ciudad,  pero luego un fuerte ruido las asusto, parecía ser que el palacio se estaba quemando. 

— Ojala se queme hasta las cenizas. 

Freyja miro a Amär se notaba enojada, pero Freyja no entendía esa clase de emoción, pero iba a aprender. Todo cambio cuando un portal frente a ellas se abrió.