EL DIARIO DE UNA SUMISA
Querido Diario: Mi nombre es Daniela, hoy tengo veintitrés y quiero contar mi historia. Sin ningún fin, solo quiero "contar" sin temer a ser juzgada.
Me crié en un orfanato; de mis padres nunca supe nada, siempre fui una niña tímida, buscando hablar lo menos posible por vergüenza, la clásica niña que se quedaba en un rincón esperando pasar desapercibida por todos, asi me gustaba, el sólo hecho de pensar que alguien pondría " su foco" en mí, me daba dolor de estómago de la ansiedad.
Mi vida en aquel lugar, fue dentro de todo normal, era obediente, siempre dentro de mi timidez, me gustaba ser aplicada, lo que me llevaba a acatar las órdenes y reglas a la perfección.
Al cumplir los dieciocho, las rejas grandes, grises y oxidadas de aquél lugar, se abrieron para dejarme salir a un mundo extraño para mí, pues había pasado hasta ese momento toda mi vida, en aquel albergue.Al principio me costó adaptarme a mi nueva vida, me tocó dormir en plazas, cubriéndome con cartones que conseguía en la basura, buscar comida en los mismos lugares, descartando lo que ya no se podía comer, para ducharme, caminaba hasta casas abandonadas en las que pudiera encontrar agua o algún río no muy profundo.
La noche que mi vida cambio, llovía intensamente y un viento helado golpeaba cada copa de los árboles, yo caminaba arrastrando mis pies, pues no había comido bien en días, entraba a los restaurantes a pedir comida, pero me corrían.
Sin esperanzas y con frío, entre a un salón, el lugar era sumamente lujoso y las personas que en ese momento estaban allí, claramente eran de alta sociedad, las mujeres vestían elegantes prendas y joyas de oro, los hombres de igual manera, lucían trajes sumamente finos.
Al entrar, pude observar que había gente que me miraba con desagrado mientras murmuraban entre ellos y otros optaban por hacer de cuenta que yo no estaba allí, supongo que para evitar fingir que eran buenas personas. Caminé hasta una mesa, en ella habían seis comensales, eran tres damas y tres caballeros, antes de mi interrupción al parecer coqueteaban entre ellos.
- dis... dis... disculpen- recuerdo haber titubeado - ¿ tendrá algo de comida para mi?- pregunté tímidamente observando a uno de los caballeros, este clavo sus ojos azules en mi, mientras que las mujeres me regalaron una expresión de " asco" en sus rostros.
El rostro del caballero al que me dirigí, no expresaba nada. Seriamente tomó el plato y me lo entrego, en él había un presa de pollo y algo de verduras.
- toma y sal de mi vista- me dijo. Yo lo tomé y me gire para irme.
Los otros dos caballeros que estaban en la mesa, no dijieron nada, uno me miraba con lástima y el otro directamente se levanto de la mesa, con la excusa de ir al baño.La lluvia afuera cada vez era mas intensa, al salir, busqué acomodarme en algún lugar para comer y además cubrirme de la lluvia, caminé un poco y encontré una " plaza".
Me senté en una banca de madera, la cual era parte de la decoración del lugar, al igual que los juegos donde seguramente en el día miles de niños jugaban.
La banca, se encontraba debajo de un gran árbol, lo que ayudaba a que la lluvia no cayera tan ferozmente encima de mí.Tomé la presa de pollo con mis manos, cuando sin querer golpeé con mi pie un pequeño perrito , quien estaba debajo. El canino chilló, y yo de inmediato deje la comida, para arrodillarme en el húmedo césped.
- lo siento perrito, soy una tonta.- le dije tratando de tocarlo, pero estaba asustado, y se hacía cada vez mas atrás, mientras me miraba con ojos que expresaban miedo.
Se me hizo un nudo en la garganta, generalmente no lloraba, pues, si bien mi vida era triste, siempre buscaba ver el lado bueno de las cosas, cuando sentía que ya no podía más, me decía a mi misma que podría ser peor y seguía " luchando", aunque eso no quitaba que de vez en cuando, le reprochara a Dios, lo inmunda que era mi vida.Resignada, tomé el plato y se lo puse cerca para que pudiera comer. Luego me aleje un poco, así se alimentaba sin miedo. Lo observé devorarse la comida, con una sonrisa de alivió, aunque no pude evitar ponerme feliz, cuando aquel perrito se acercó a mí, moviendo su cola.
Lo interprete, como su forma de agradecerme, y está vez me dejo acariciarlo, aunque mis movimientos debían ser despacio, ya que aún no confiaba del todo en mí.
En medio de aquello, observé como una camioneta se paraba a un costado de la calle, esta era negra, tenía los vidrios polarizados, y se veía enorme. De allí bajo un hombre con traje, quien de inmediato abrió un enorme paragua, efectivamente era para resguardarse de la lluvia.
Yo seguí acariciando el perrito, quién ya se había escondido en mi regazo, tenía su pelaje mojado y temblaba de frio. No era el único, yo también tenía frio.El caballero, comenzó a caminar en mi dirección, lo que hizo que me pusiera nerviosa, era una sensación rara, tenía miedo a que me lastimara pero no hice nada para salir de ahí, pues tenia curiosidad. Respire profundo, mientras aquel hombre terminaba de pararse frente mío...
Voten
ESTÁS LEYENDO
El Diario De Una Sumisa Caché (G!P)
ФанфикAceptará Daniela ser la sumisa de María José.. Voten cada capítulo... Adaptación.