Díez días después, me llegó un mensaje de mi amo. Había salido horas antes, por que, según me dijo tenía cosas que atender personalmente, pero prometió volver temprano, el mensaje decía que en la noche iría gente, que me pusiera lo que la caja que estaba afuera de la habitación tenía.
Durante esos días, había estado durmiendo con élla en su dormitorio, así que, me levanté de la cama y me dirigí a la puerta, tomé una gran caja blanca de madera, la coloqué en la cama y luego la abrí, dentro había un vestido de encaje negro, en realidad era solo el encaje, asi qué igual se me iba a ver todo lo que llevará debajo, también encontré unas sandalias de taco, del mismo color, y una nota que decía que no usará ropa interior.
De aquel desafortunado día, solo quedaba uno que otro golpe en mi piel, y era la primera vez que mi amo me dejaba sola, se había ocupado personalmente de mí.
- mejor sería salir desnuda- dije para mi misma, en la soledad de aquella habitación.
Al llegar la noche, mi amo entró a la habitación, yo estaba de espalda a él, terminando de colocarme perfume, al girar y comprobar que era mi amo quién había ingresado, de inmediato me arrodille, el me miró y acarició mi rostro.
- buena chica- me dijo, - pero esta vez, seras una mujer, una puta, mi puta- me ayudo a levantarme del piso, no se por qué, quizás ya estaba completamente loca pero apenas aquella mujer ponía sus manos en mi, yo sentía como mi vagina se mojaba, su forma de hablar, era excitante, con tanta seriedad y tan directa, no se que me estaba pasando, quizás ya se me había ido la poca cordura que me quedaba, o quizás era por que para élla no era invisible.
Fuimos hasta la sala principal, estaba llena de sillones y en ellos habían hombres con mujeres por todos lados, muchos voltearon a mirarnos, otros siguieron hundidos entre los senos de las mujeres, esas chicas eran realmente hermosas, me sentí tan insegura, es decir, mi cuerpo no era el mejor, en medio de mis miles de pensamientos, sentí una mano posarse en mi cintura, mi dueño, había posado su mano en mi.Quién con su otra mano, me enseñaba donde nos ibamos a ubicar nosotros, el se sentó en uno de los sofá individuales que habían y ante que me ordenará algo, como la buena niña que era, me arodille, ella abrió sus piernas y yo me ubique entre medio de ellas, al mismo tiempo que desabrochaba su cinturón y el pantalón, saqué su pene y le di una mirada tierna pero perversa a mi amo, ella acarició dulcemente mi mejilla viendo a través de su máscara como le pasaba mi lengua a su pene enorme, ese sabor que hacia que me volviera loca, cada centímetro de su miembro lo recorrí con la lengua...
- buena chica- susurraba él, sin dejar de acariciarme
.
Lo fui metiendo de a poco, quería que sintiera como mi saliva lo iba humedeciendo, los gemidos de mi amo se hiceron un poco más fuerte, haciendo que por alguna razón las personas que estaban alrededor de nosotros, dejaran de tener sexo entre ellos para mirarnos.- Señora Jarzón, debería compartir esa muñeca - escuché decir a un hombre, mientras saboreaba aquel miembro .
Levanté un poco mi vista y choque con los ojos de mi señora, no había dejado de mirarme ni de acariciarme el rostro, - lo siento señor Miller, ella es mía, además no es una muñeca, ¿ alguna vez, vió una muñeca tan hermosa?, sin embargo, puedo afirmar que es una pantera, un animal increíblemente hermoso y exótico, que si quisiera podría convertir al cazador en su presa...-
No se por qué, pero escucharlo hablar así de mi, hizo que mi intimidad se humedeciera, lo que me llevo a saborear aún con más fuerza su pene, y eso no paso desapercibido.- vaya señora Jorzón, a su pantera le encanta chupar penes- comentó otro hombre, entre risas.
Mi amo guardó silencio y me indicó que me levantará, tomó un cuchillo que había en una mesita que estaba al lado del sofá, y corto mi vestido, dejandome completamente desnuda, yo seguía entre sus piernas.Él con una mano tocó mis nalgas suavemente, aunque cada tanto apretaba mis muslos, y con la otra tocó mi vagina, presionó mi clitoris y lo frotó con un dedo, dejó de manosear mi trasero, para meter un dedo dentro de mismo. Pegué un pequeño salto, me había dolido un poco, él al notarlo, sacó sus manos y me giró un poco, luego me tomo de los brazos y me guió para que me sentará encima de élla, yo lo hice, y cuándo estaba terminando de acomodarme sentí como su miembro erecto y palpitante entraba en mí, llenandome por completa.
Cerré mis ojos y largue un suspiro disfrazado de gemido, de a poco movi mis caderas haciendo círculos.
- oh nena- gemio élla, posando sus manos en mi desnuda espalda, y llevándome contra élla.- ¿le gusta asi mi amo?- le susurré al oido, abrazandome a su cuello, sin dejar de moverme lento, quería que lo disfrutara tanto como yo lo estaba haciendo.
- ¿ y a vos, te gusta?- me dijo apretando mis nalgas y marcando el ritmo más violentamente.
- siempre y cuando sea usted mi señora, quién lo haga- le susurré.
El me miró, sin dejar de marcar como debía morveme, hasta que me rodeó con sus brazos y presiono a su pecho, bese su cuello, mientras sentía cómo su esperma se esparcía dentro de mí.
Nos quedamos así por un rato, rodeados de los gemidos de los demás, debes en cuando me miraba de reojo, cómo si quisiera preguntarme algo, yo por otro lado, estaba bien allí, rodeada de su calor, escuchando su respiración, mezclando nuestro sudor producto del deseo, ¿ qué había pasado?, ¿ porqué de repente lo único que quería era estar entre sus brazos?.
Voten
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El Diario De Una Sumisa Caché (G!P)
ФанфикAceptará Daniela ser la sumisa de María José.. Voten cada capítulo... Adaptación.