— vaya mierda de tipos... ni si quiera vale la pena que pruebe una mísera gota de su sangre.
Parpadeo incrédula y observo a Belial mientras arrastra los cuerpos mutilados de los 4 tipos que intentaron abusarme.
—¿Porqué me ves así? – pregunta ladeando la cabeza hacia un lado —¿hubieras preferido que los dejase vivir?
Niego rápidamente y rodeo mis piernas con mis brazos. Estoy totalmente desnuda en el suelo, llena de sangre y con un asesino despiadado frente a mi. Si bien debería estar temblando de miedo pero en realidad, estoy muy feliz que me haya salvado.
— ¿Es normal que me excite al verte desnuda y llena de sangre? — canturrea de pronto Belial. Abro los ojos como plato.
— Estas loco —murmuro por lo bajo.
Belial ríe y se arrodilla frente a mi.
— Un poco, si... pero mi fantasía sexual está frente a mis ojos...
Parpadeo incrédula y mis ojos se conectan con los suyos. Ninguno de los dos dice nada hasta que se escuchan patrullas aproximarse. Belial recoge mis cosas y luego me toma en brazos.
—Será mejor que nos larguemos de acá. Podrían culparnos de una masacre que no cometimos.
Lo miro alucinada, pero no tengo tiempo para decir nada, pues Belial me aprieta a su cuerpo y de pronto, unas alas negras hacen que nos elevemos del suelo rápidamente. Doy un grito ahogado y me aferro a él. Dios mío... ¿será que estoy teniendo una pesadilla?. No pasan ni dos minutos cuando aparecemos en mi habitación. Belial me coloca en el piso y yo tapo mi cuerpo con una sábana que me encuentro en la cama.
— ¡Tienes alas! —jadeo asustada.
—Soy un Ángel mujer, ¿qué esperabas? — contesta cruzando sus brazos y alzando una ceja.
— Tus alas parecen las de una paloma —digo entre risitas.
Belial arruga su entrecejo y su nariz se mueve como la de un conejo. ¡oh mi Dios!
—Será mejor que vayas a ducharte antes de que quien te viole sea yo.
Huyo despavorida hacia el baño ante su amenaza y me meto a la ducha. La sangre comienza a desaparecer con el agua tibia y el jabón. Suspiro. No puedo hacer más que suspirar y pensar en lo afortunada que he sido esta noche, en lo peligroso y bestial que es Belial y en lo agradecida que estoy con él. Es verdad que actualmente quiero morir, pero no violada ni asesinada por 4 imbéciles que bien muertos que están. Cuando termino de ducharme, tomo un largo tiempo para cepillar y secar mi cabello. Tomo mi pijama negro que suelo dejar siempre en el baño y al salir, Belial está sentado en mi cama viendo mis cuadernos.
— vaya golpe que llevas en la nariz —murmura cerrando mi cuaderno y levantando la mirada.
Asiento mientras me froto mi pobre y dolorida nariz.
—¿Que haces aquí? —pregunto mientras me siento frente a él — Creí... creí que habías desaparecido y que no volvería a verte más.
— ¿Si?
— Si. Me quisiste matar la última vez que te vi, desapareciste y luego vienes y me salvas de unos abusivos.
— Al menos deberías agradecer, ¿no? — Belial se cruza de brazos y arquea una de sus cejas
—Gracias —murmuro sonriendo.
Belial suspira frustrado, pero sonríe.
—te prometí que mis labios serían los primeros y los únicos que ibas a probar y que sería el único que abusaria de ti. No iba a permitir que otros imbéciles me quitasen lo que me pertenece.
Belial se recuesta en mi cama y sin saber muy bien el porqué, me recuesto en su pecho.
—Aún así, muchas gracias por salvarme Belial... tenía mucho miedo.
Belial se queda inmóvil unos segundos y levantando mi barbilla para que lo vea a los ojos, murmura con voz pícara:
—Aún así te quiero matar.
— Lo sé — asiento sonriendo.
Belial sonríe y suspira.
— Ah Lily... ¿que voy a hacer contigo ahora?
—De momento, dejarme vivir y dormir.
Belial y yo nos quedamos en silencio. Pero no un silencio incómodo. Su mano acaricia mi cabello lentamente y pienso que es tan diferente esta situación a la última en donde me quería violar y matar y ahora está tan tranquilo. Levanto la mirada para verle y sos ojos están cerrados. Sus labios rojos y carnosos me insitan a hacer lo que nunca pensé que haría. Besarlo. Belial, al sentir mi beso se queda inmóvil y cuando siente que me separare de él, sujeta mi cabeza y me devuelve el beso. Sus labios comienzan a moverse de un lado a otro y yo me dejo hacer al no tener idea de que rayos hago. Mi primer beso... mi primer beso es con un Ángel caído que a pesar de haberme salvado de una muerte segura, sus deseos de matarme siguen ahí y probablemente, no me importaría morir en sus brazos ahora mismo. Las manos de Belial comienzan a acariciar mi espalda por debajo de mi camisa mientras que sus labios no paran de besarme. Me acomodo sobre él y separo mis piernas al rededor de su cintura. Sus manos se mueven rápidamente hacia mi trasero y lo aprieta. Suelto sus labios para tomar una bocanada de aire.
—¡No! —gruñe incorporándose y metiendo su lengua en mi boca. Comienza a besarme una vez más de una manera tan sensual que siento humedecerme donde no debo. Ahora a horcajadas, comienzo a sentir un bulto rozar mi entrepierna y jadeo. Belial mete sus manos dentro de mi short de pijama y al no llevar bragas, una de sus manos se mueve con facilidad hacia mis partes íntimas. Cuando sus dedos rozan mi humedad, deja de besarme y saca su mano para luego aspirar mi aroma. Su rostro se transforma al igual que sus ojos.
—No voy a detenerme esta vez —sisea sonriendo — aunque grites, aunque llores y me implores que lo haga, no me detendré. Esta noche serás mía Lily, toda mía y luego, tal y como te lo prometí... te mataré.
Belial me arroja debajo de él y me arranca la camiseta. Grito, pero de gusto. Sus ojos sangrientos recorren mi torso desnudo y con una de sus manos comienza a apretar mi cuello. Me está ahorcado.
—Matarte sería tan fácil y podría aumentar mis poderes fácilmente, pero me encanta el sexo. Me encanta que seas virgen y que seras mía. Tu asquerosa alma me pertenece.
Trato de quitar su mano de mi cuello, que si bien no me esta asfixiando con tanta fuerza, pero me molesta. Belial sonríe con maldad. Soltando mi cuello, aprieta mis pechos con sus manos y me quita el short de un tirón. Comienza a desabrochar su pantalón y jadeo esta vez si asustada.
—¡No! —chillo tratando de escapar de él.
Belial ríe encantado y jadea:
— ¡Eso! Me encanta que quieras escapar... pero no lo harás. Tu me calientas y tu me apagas.
Cuando veo que empieza a bajar su pantalón y que de su interior sale algo tan grande que jamás había visto de frente, jadeo. Es mi fin...
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Belial (Angel Caído)
General FictionParecía un ángel... Un hermoso ángel caído del cielo que me hacía tener pesadillas por las noches. Pesadillas en las que él me poseia y luego me asesinaba. Pero en realidad era una bestia sin corazón que parecía calmarse con mis besos y caricias. Me...