A cualquier sitio

Cómo empezó todo

Era un dia de otoño, estaba nublado y hacía un poco de frío. No nos apetecía salir así que le pregunté a mi madre si podía ir a casa de Lena con Lucas. Accedió. Como siempre. Gracias mamá. Llegamos a casa de Lena sobre las 6 y cuarto, tampoco estoy segura, no es que me importara mucho. Su madre,  Mónica, nos invitó a pasar y subimos a la buhardilla, donde encontramos a Lena. Ella nos recibió con una expresión sorprendida, casi asustada.

- Pero si ya sabías que vendríamos- dije-.

- ¿Se te había olvidado?- siguió Lucas-.

Lena negó con la cabeza y quedamos confundidos.

- No os lo vais a creer.- dijo al fin- Estaba recogiendo antes de que llegárais y... encontré esto.-
Se giró y recogió del suelo un pañuelo,  abrió sus puntas y vi lo más interesante que me habían enseñado en la vida.

No estábamos seguros de lo que era, tenia forma de esfera y rayas que iban hacia todos lados grabadas.

- Lo he encontrado en el suelo, en la esquina. Cuando he ido a cogerlo quemaba y por eso lo he envuelto en este pañuelo. - iba diciendo Lena como sacándose cada palabra a la fuerza-.

Todavía estábamos pensando lo que podía ser cuando, mientras Lucas la inspeccionaba por décima vez, la "esfera misteriosa" emitió un sonido que nos hizo taparnos los oídos, un chirrido tan agudo como el grito de una niña pequeña. Cada vez se hacía más intenso y cuando ya creíamos que no pararía cesó de golpe, como si nada. Nos miramos extrañados, con esa sensación de inseguridad y miedo.

Entonces se hizo una luz blanca absoluta.