A la mañana siguiente, Lucas y Lena ya estaban despiertos, cada uno sentado a un lado de la cama poniéndose sus respectivos zapatos sin decir palabra. Jake y yo seguíamos abrazados, igual que la otra noche.
Intenté levantarme sin despertarlo pero cuando empecé a moverme me abrazó aún más fuerte, todavía dormido.
- Jake, Jake, vamos, ya es de día- le susurré-.
Abrió los ojos y me quitó el brazo de encima. Me levanté y me puse los zapatos, al poco rato él también.
Fui al cuarto de baño a lavarme los dientes con unos cepillos nuevos que nos habían dado, coincidí con Lena, que me miró sonriendo. Ya estaba bien.
- Bueno, parece que no ha sido tan malo dormir con Jake, ¿no Hanna?- dijo riendo con la boca llena de espuma-.
No pude evitar sonreír.
- Pues, aunque tú no lo recuerdes, Lucas se prestó para cuidarte por mí, ¿sabes?- me defendí riendo-.
Se puso colorada y siguió cepillandose los dientes esta vez con demasiada fuerza. Yo también.
Salimos de la habitación y bajamos las escaleras hasta la recepción con Lucas y Jake.
Le devolvimos la rústica llave al recepcionista y nos dirigimos al mercado Aarey para buscar a Bek-áa.
Cuando la saludamos nos miró con mala cara y nos llevó corriendo a un callejón. Se había puesto de color carne y debido a su normal color rojizo, eso no era bueno.
- Tenéis que esconderos. Os ayudaré pero si os encuentran yo no tendré nada que ver, ¿ entendido?- miré a los demás intentando descifrar sus caras, ya que, era temprano y no había mucha luz- ¡ Pero decid algo!- apremió Bek-áa-.
- ¡¿ Quién nos busca?!- dijimos a coro, pero antes de que a ella le diera tiempo a responder, lo haberiguamos.
¡Fiuuu! Una lanza de color azul hielo, pasó casi rozando la cara de Jake. Instantáneamente nos pusimos a correr hacia una de las calles más abarrotadas para intentar distraer a los persecutores. Cuando nos habían perdido de vista, nos metimos corriendo en otro callejón, este estaba solitario.
- ¡ Soldados de la reina Nevada!- dije con la respiración agitada-.
- ¿Cómo lo sabías?- preguntó Lucas a Bek-áa-.
- Esta mañana, saliendo de mi edificio para ir al mercado Aarey, vi un cartel en la misma puerta que ofrecía una mísera recompensa por entregaros, están pasando por los edificios buscándoros, se ve que no les ha dado tiempo de preguntar por vosotros en el edificio donde os alojábais. Pero pronto pasarán y el recepcionista dirá que habéis dormido allí así que tenéis que esconderos o iros- dijo deprisa Bek-áa-.
- Chicos- dijo Lena en tono solemne- lo que de verdad me preocupa es que si nosotros tenemos la Ciodora, ¿cómo han viajado hasta este mundo?- hubo un silencio inquietante, era verdad.
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A cualquier sitio
FantasiHanna, Lucas y Lena descubren algo que cambiará su forma de ver el mundo... Conocerán también al próximo componente del grupo.