•Gustacio•
Dos niños indefensos y solitarios en el mundo. No tienen más que al otro como soporte emocional. Un homicidio de por medio que los obliga a huir,juntos, y una enfermedad mental que hostiga a uno de los dos desde que era pequeño.
Desde que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de ese encuentro tuvieron lugar muchos más. Horacio cada vez se encariñaba más con Gustabo y al ojiazul le pasaba lo mismo.
Pogo cada vez estaba más presente en su vida y lo ayudaba a tomar decisiones o a hacer cosas,a veces le decía que hacer y al pobre niño no le quedaba otra que obedecer si es que no quería perder a su único amigo de verdad,ya que no sabía si Horacio se quedaría con él como había prometido.
(...)
Esa era una tarde como cualquier otra,los niños jugaban en lo que tenía aquel parque para ofrecer,mientras que Pogo estaba "descansando" en la cabeza de Gustabo,pero si era necesario,aquel personaje aparecería solo para la vista de el ojiazul y le daría su opinión sobre lo que esté pasando en ese momento.
H:oye Gustabo...nunca me dijiste como es tu familia
G:tú tampoco lo haz hecho
H:es que no hay mucho que contar
G:de la mía tampoco y puedes venir a casa a comprobarlo si quieres
H:está...bien,si
El dúo abandonó el sube y baja y agarraron sus respectivas cosas. Horacio agarró su mochila de la escuela y Gustabo agarró su campera roja que siempre dejaba atada a la mochila de su amigo antes de ir a jugar.
Ambos niños se dieron la mano,como era de costumbre, y caminaron hasta la casa de Gustabo. El dueño de aquella casa abrió la puerta y para su suerte no estaba su madre ni Daniel.
G:¿Ves? Te dije que no había nada interesante en mí vida
H:¿Que es eso sobre la mesa?
Horacio había divisado el reciente cargamento para distribuir de Daniel.
G:no Horacio,no toques eso que luego Daniel se pone idiota y me da un golpe
H:¿Quién es Daniel?
G:la pareja de mí mamá
H:¿Entonces es como tu padre?
G:algo así
Dijo el pequeño mientras rodaba los ojos.
H:bueno...mí padre también me golpea a veces
Horacio empezó a jugar con el extremo final de su remera. Los nervios se lo comían de a poco y la vergüenza también,no le gustaba hablar de aquel tema,pero Gustabo había demostrado no ser cualquier persona y le acababa de contar que le pasaba algo parecido.
G:mí verdadero padre es un buen tipo o era un buen tipo,no lo sé,hace tiempo no hablo con él
Gustabo suspiró y miró al suelo,pero luego levantó la vista y guió a Horacio hasta su habitación.
