Tenía los ojos abiertos, y así traté de mantenerlos. Un brillo incandescente me obligó a cerrarlos, pero al cabo de unos segundos sentí como se desvaneció. ¿Qué era lo que había pasado? En cuanto recuperé la visión, me encontré en el mismo marco. Seguía en aquella habitación de mi casa, pero había una diferencia; me podía ver a mi misma. Acostada, con sangre manchando mi cuerpo. En el momento me horroricé, pero luego lo recordé todo. Yo me había suicidado. Era el momento de buscar a Frank.
Todo lo veía con otra tonalidad, como si el aire tuviera colorante rojo; y además de eso, noté que no estaba sola. Fácilmente, había cinco o seis personas más en la habitación. Pero, ¿Cómo es que no los vi antes? Algunos estaban sentados, otros caminando, pero ninguno me miraba a mí, o a mi cuerpo tirado ya sin vida.
Algo curioso, es que todos llevaban sus labios pintados de negro, y sus pieles no tenían color, eran totalmente blancos. Los miré durante unos minutos, hasta que recordé nuevamente por qué me había matado: para buscar a Frank. Pero necesitaba ayuda. No sabía por dónde comenzar.
— Disculpa... —me acerqué a una mujer que miraba fijamente por la ventana. —disculpa. —repetí. Parecía no haberme escuchado. — ¿Hola? ¿Me escuchas? —elevé la voz, pero aun así no me oía. — ¡hey! —pasé una mano por delante de su rostro.
Ella se dio vuelta hacia mí, y sin decir nada, con mirada desafiante, me golpeó a mano abierta en la mejilla. El ruido que esto provocó, es proporcional al dolor que sentí. Es decir, alto.
— ¿Qué te pasa? —pregunté desconcertada.
—si no te respondí la primera vez, ¿Qué te hace creer que lo haría después? —alzó una ceja. —No me molestes, y la próxima, tené cuidado con a quien molestas, novata.
Luego de eso, su mirada volvió a la ventana. ¿Novata? ¿Entonces ella y los demás también estaban muertos? Claro, la falta de color y labios negros debían haberme dicho algo. Eso nos diferencia de los vivos, supongo.
Aunque… ¿Por qué Frank no se veía así?
Tenía que buscarlo, pero necesitaba ayuda para saber por dónde comenzar.
Me acerqué a una mujer que estaba sentada en mi sillón, mirando mi cuerpo desfallecido, fijamente.
—Disculpa… —ella levantó la mirada, con el ceño fruncido.
— ¿Qué te pasa? —preguntó de mala gana, levantándose, y parándose frente de mí.
— ¿Vos viste a un hombre que…? —comencé a describírselo
—No me interesa. —se limitó a contestar en medio de la descripción, y se fue, atravesando mi cuerpo.
Traté de acercarme a otra persona, pero se alejaban de mí. Otros simplemente no me respondían. ¿Es que nadie se dignaría a ayudarme?
Escuché entonces como tocaban la puerta de la casa. Quise ir a abrir para ver quién era, pero recordé que estaba muerta en la sala. No podría abrir la puerta. Los golpes siguieron, incesantes, hasta que escuché un golpe sordo. Y la puerta cedió. Detrás del marco se encontraban mi hermana menor, y mi hermano mayor. Ella pegó un grito, para luego correr hacia mi cuerpo sin vida, y llorar desconsoladamente al lado suyo. El rostro de mi hermano se endureció, y al instante sacó el celular de su bolsillo. Vi como marcó el número 911.
La escena era muy dura. Sentí deseos de llorar, pero de mis ojos no salía nada. Intenté hablar con ellos, abrazar a mi hermana, pero no notaban mi presencia. Enseguida me arrepentí de la decisión que tomé de terminar con mi vida. Su dolor se convertía en el mío, y no podía hacer nada por cambiarlo. Eso era decepcionante.
![](https://img.wattpad.com/cover/31658738-288-k439973.jpg)