Capítulo 14

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La mesera nos entrega el menú y se marcha.

-Creo que al terminar el almuerzo iré a hablar con Alissa- Dice Kilian.

-Es buena idea, no es bueno pelear tanto con la persona que se casará contigo.-

-Supongo.- Se encogió de hombros.

(...) 24 de mayo

-Camil, necesitas lavarte los dientes, ponle pausa al video y ven o llegaremos tarde.-

Rápidamente viene corriendo en mi dirección y me abraza las piernas.- Mis amigos dicen que si uno se lava mucho los dientes, se pueden caer.-

-Amor, es al contrario, si no te los lavas se pueden caer, además puedes tener mal aliento y eso no es bonito.-

Su cara de asco es épica. Le entrego el cepillo y rápidamente se comienza a lavar los dientes como le he enseñado. Mientras tanto en el cuarto de huéspedes se vive una guerra, protagonizada por Becka y los mellizos, mientras que mi tío Harry toma un largo baño que claramente es para hacer tiempo y no tener que lidiar con los niños. Al terminar con Camil la dejo mirando Pocoyo en mi teléfono y voy a tratar de ayudarle a mi tía con Trent y Tatiana.

-Déjame a Tatiana y termina de vestir a Trent.-

-A veces siento que ya no puedo más.-

-Lo imagino, con uno es difícil, con dos hijos no lo imagino, y tío no es de mucha ayuda ¿Cierto?-

-Es un niño más, además, a ninguno de los dos nos ayuda la edad, quizás los chicos no son tan difíciles pero por la edad no estamos con las mismas energías, que cuando Matt estaba pequeño, para él hubo bastante más paciencia.-

-Era de esperarse, pero de cualquier manera, a mi punto de vista, no están haciendo un mal trabajo, claro que lo están sintiendo más pesado, pero están saliendo con la tarea y lo más importante, los están criando con amor y eso es lo único que no puede faltar.-

(...)

Estaciono el auto frente al Kinder y rápidamente bajo a Camil, vamos cinco minutos tarde. La llevo a donde su maestra y me marcho en busca de mi lugar. Voy a mi asiento junto a mis tíos y los niños, mientras que a mi lado hay un espacio vacío, asignado a "Jensen", minutos más tarde la obra da inicio.

-Llegué tarde- Dice alguien a mi lado. Reconociendo la voz rápidamente me giro encontrándome con...

-Kilian, que sorpresa.-

-¿Sorpresa? Hace un rato recibí una llamada de Camil desde tu teléfono en donde me decía que querías que viniera a ver su obra.-

Esa niña, tan tierna e inocente que se ve y tan inteligente y mañosa  que es.

-No tenía idea, pero me alegra que estés aquí, espero que no hayamos interrumpido algo.-

-En realidad no, y ya que no estaba haciendo nada importante, la llamada de Camil me cayo excelente.- Nos sonreímos y luego prestamos atención a la obra

Mi hermosisima Camil es el árbol número cuatro, su trabajo es estar de pie durante toda la obra. En otro tiempo me habría reído pero resulta que cuando se trata de alguien a quien quieres ya no es tan gracioso. Además, mi niña es tan inocente, que le dije que su papel era el más importante y está súper orgullosa y feliz.

Los niños cantan la última canción y rápidamente son llenados de aplausos. Ellos bajan del escenario y se van cada uno con su respectiva familia. Camil viene corriendo en mi dirección y al estar lo suficientemente cerca me salta encima.- ¿Cómo lo hice, mami?-

-Cariño lo hiciste excelente, estoy muy orgullosa de ti.- Le lleno de besos su carita.

Mamá y papá estarían tan orgullosos.

-¿Cómo lo hice?- Le pregunta a Kilian.

-Sin duda alguna puedo decir que nunca había visto un árbol tan encantador y talentoso.- La sonrisa de Camil es realmente hermosa. La bajo y ella se va corriendo hasta donde se encuentran mis tíos.

-Bueno, creo que yo me marcho.- Me dice Kilian.

-¿Tienes algo que hacer? Es que yo pensaba que tal vez, si quieres y puedes, nos podrías acompañar a cenar, para celebrar la primera obra de Camil.

-¿Tus tíos están de acuerdo?-

-Claro.- Contesto.

-Entonces ¿A dónde iremos?-

-Déjame te envió la ubicación.-

Subimos a los autos y nos dirigimos al restaurante, al llegar bajamos de los autos y fuimos a la mesa que estaba reservada para nosotros y yo pedí una silla más para Kilian, rápidamente tomamos asiento.

Miro a mi alrededor y me gusta lo que veo, mis tíos son felices, Matt está tan enamorado, a nada de casarse con el amor de su vida, mi Camil gracias a esa inocencia de niña con lo mínimo es feliz al igual que los mellizos Trent y Tatiana, y como si eso no fuera poco nuestra familia tiene un nuevo integrante. Kilian se supo ganar a mi familia y se ha vuelto un buen amigo, un apoyo que no creí necesitar hasta conocerlo. Mis padres estarían felices por nosotros, siempre hablaban del amor, siempre hablaron de que sin amor la vida realmente no tiene sentido, que el amor es el combustible del alma y  fueron ejemplo de ello. Fui fan número uno del amor que había entre ellos dos y si existe vida después de la vida creo que en ella, ellos se siguen amando. Hoy 24 de mayo se cumplen 5 años de la muerte física de ese amor, mientras que el amor que yo les tenía y el que Camil sintió mientras pudo, eso no se olvida, eso no deja de existir en nuestros corazones, jamás morirá.

A eso de las diez pm salimos del restaurante, y después de despedirme de Kilian subí al auto rumbo a casa.

Veo a Camil a través del retrovisor, ella se encuentra jugando con su muñeca y no puedo evitar pensar en lo parecida que es a mamá, entre más pasa el tiempo más se parece a ella, en la forma de sus ojos, su boca, sus gestos, incluso en la forma en la que duerme. No saben cuánto desearía que ella estuviera conmigo, la extraño mucho y odio no poder decirle a nadie lo que siento por miedo a parecer débil, siempre me he sentido con la responsabilidad de ser fuerte, de ser el pilar de la familia. Yo, más que nadie sé que eso no está bien, que no está bien guardarse los sentimientos, que no es sano, no sé cuántas veces  les he dicho a mis pacientes que no se guarden las cosas, pero de decirlo a hacerlo hay una gran diferencia, y hasta el momento no he podido abrirme con nadie.

Intento con todas mis fuerzas no llorar, si lloro mis tíos se darán cuenta y les arruinaré la noche, después de acostar a Camil podré llorar todo lo que quiera. Estaciono el auto y bajo, tomo en brazos a Camil y rápidamente entro a la casa, subo las escaleras tratando  de hacer el mínimo ruido posible, mientras siento que mis lágrimas no tardan en aparecer. Entro a la habitación de Camil y la acuesto en la  cama, le pongo su cobija favorita y salgo de la habitación.

Mi teléfono empieza a vibrar en la bolsa trasera de mi pantalón. Tomo aire, y contesto.

-Sé que probablemente ya te tenga cansada, pero podríamos vernos, es que realmente necesito hablar con alguien, y no pensé en nadie más que tú.-

Big Heart  (C3,W2,M2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora