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⸙ capítulo uno: algo que valga la pena • ⭑°
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° ⭑ • ━━━━━ • N. KOM SANGEDAKRU • ━━━━━ • ⭑°
No me gustaba la arena.
Es decir, la odiaba.
Irritante, gruesa, metiche.
Pero uno se acostumbra.
Toda mi vida, lo único que he visto fue arena. Tal vez una que otra tecnología y pocas personas vivas, pero principalmente, arena.
Mi tío, un hombre llamado Gate, solía llamarme "ninfa de la arena", debido a mi nombre. Solo me dijo eso. Nunca me dijo que era exactamente lo que mi nombre significaba. Le gustaba ser misterioso.
Hacía pocos años, o más de un siglo, técnicamente, no esperaba ver nada más que arena. Mis sueños de conocer los bosques y de tomar agua cristalina, de trepar árboles y correr con el viento fresco fueron solo eso. Sueños. Sueños enterrados en asquerosa, irritante y gruesa arena marrón.
Suena algo triste para alguien joven.
Pero espera, aún sigue.
Estaba embrujada.
O bueno, algo parecido.
Desde que era una niña que miraba las estrellas lejanas, recuerdo ver cuerpos medianamente trasparentes de personas que habían muerto y aún no se habían ido.
Ay, sí, muy triste.
Pero créeme, nunca supe a qué se debía.
Mis padres me enseñaban a sobrevivir en el desierto y solo en el desierto, no solían perder mucho tiempo en lo que se suponía que una niña tenía que vivir. Me enseñaron a ensamblar piezas, a saber cuánto era su valor con apenas verlas. Me enseñaron a cubrirme de las tormentas de arena y a coser. O al menos lo intentaron.
