PRECOZ

11

"No pueden estar muy lejos, son pequeños. Sus piernas son pequeñas y no pueden caminar muy rápido. Aunque son buenos en deportes así que tal vez si son rápidos." Namjoon estaba intentando consolar a Jimin mientras buscaban por el bosque. 

Hasta el momento no estaba haciendo un buen trabajo en consolar a su Omega. 

"Pero nosotros lo somos más porque somos adultos y…" Diablos. Él también quería llorar y sus manos no habían dejado de temblar desde que recibió la llamada de Taehyung. 

Jimin seguía sollozando a su lado.

Guardó silencio y tomó su mano. 

Agudizó su oído y se puso alerta. Jamás rogó tanto por escuchar esas voces agudas que tantas veces lo molestaron. 

"Encontramos algo!" 

Él y Jimin se apresuraron hacia la multitud. 

Algo. No alguien. Eso era una buena señal, no? 

"No! No, no, no, no." Hoseok gritó negando con la cabeza. Taehyung, con la cara blanca y los labios apretados, lo estaba reteniendo. 

Un zapato. Un zapato pequeño y mojado. 

Cuando un hombre apareció sosteniendo un muñeco blanco escurriendo agua, Yoongi rugió tan fuerte que Namjoon de quedó petrificado en su lugar. 

No era una buena señal. 

Yoona entró a la oficina de su jefe cuidando de no pisar los cristales en el piso. 

Jamás había visto a su jefe así. 

Una bestia destruyendo todo a su paso. 

Pero era comprensible. 

El pequeño Jinnie. Todos en la empresa estaban desolados, algunos habían se habían unido al equipo de búsqueda y otros pegaban volantes por la ciudad. 

En un par de horas se habían movilizado y hecho más por su cuenta que las autoridades. 

Y es que todos adoraban a Seokjin. Kim de recepción tenía un muñeco de RJ en su escritorio listo para recibir al pequeño, los empleados de cafetería tenían leche de chocolate siempre lista para las visitas del niño. 

Y su huella estaba por toda la compañía con pinturas infantiles enmarcadas colgadas de las paredes. 

Se acercó al Sr. Jeon que miraba uno de los cuadros en la oficina del Sr. Min. "Su té, señor, le ayudará a…" Sentirse mejor? Lo dudaba. "No sentirse tan mal." Dijo finalmente. 

"Esto lo dibujó mi hijo." Le respondió el hombre de voz profunda. 

Yoona observó cuidadosamente el dibujo. Eran dos figuras sonrientes y temblorosas con sus brazos de palitos tocandose. Estaban tomados de la mano. En la otra 'mano' sostenían una figura no definida café. "Qué llevan en la mano?" 

"Pollo frito." Respondió con una diminuta sonrisa de lado que se fue tan rápido como llegó. "No es sano verdad? Jungkook tiene solo 5 años, no puede querer tanto a alguien, cómo puede querer tanto a alguien." 

"Para el amor no hay edad." Respondió encogiendose de hombros. "Me refiero, se puede sentir amor a cualquier edad, ellos son pequeños pero no incapaces de amar. Pero yo que sé, nunca he tenido novio y el chico que me gusta-" Se detuvo así misma. "Perdón." No era el momento. 

El Sr. Jeon sacudió su mano restándole importancia. "Esta bien. Creo que tienes razón." Dijo tomando la taza de té en sus manos grandes y perdiéndose en el dibujo nuevamente.