I Love You, Me Too [Sakuatsu Fluff Week 2021]

First Times

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Todas las parejas tienen sus denominadas "primeras veces", todas viven momentos que quedarán grabados en su memoria, como la primera vez que se vieron, la primera confesión de amor, el primer beso, la primera cita, entre otras; son muchos momentos que son imposibles de plasmar en algún libro.

Aquel que es una persona reservada junto con aquel extrovertido también guardan bellos momentos a lo largo de su relación, momentos que para muchos pueden parecer banales y sin importancia, pero para aquel rubio extrovertido significan demasiado, estos son sus valiosos tesoros que ha cuidado con su vida; tal como el primer acercamiento que tuvo su pareja, quien odia el mínimo contacto ajeno.

Aún recuerda el primer cruce de miradas que tuvieron, no fue intencional, ambos jugaban en la final del Spring Interhigh, ambos cursaban primer año de preparatoria y ya se enfrentaban en las finales. Era algo obvio, Itachiyama era un gran equipo, no se dejaba derrumbar por nadie, mientras que Inarizaki era una fuerte potencia y con grandes habilidades, haciéndolo uno de los mejores equipos.

Estaban frente a frente, aunque su vista era interrumpida por la malla que separa ambos lados de la cancha; las hinchadas de cada equipo intentaban reinar en todo el partido, la banda de Inarizaki tocaba cada vez más fuerte para ser escuchada por todo el estadio, Itachiyama no perdía tiempo e intentaba sonar por sobre el enemigo. Las pancartas colgaban por ambos lados de la cancha, "No necesitamos recuerdos", era el lema de Inarizaki, pero no de Miya Atsumu, este chico apreciaba los buenos recuerdos, jamás olvidaba sucesos pasados y ganar la final sería algo lindo de apreciar; "Esfuerzo", estaba por el lado de Itachiyama, pero no de Sakusa Kiyoomi, en su mente solo estaba "Exigir", ser mejor de lo que fue ayer, durar más en la cancha de lo que duró ayer, dar mejores remates que los de ayer, Sakusa se exigía cada día por ser el mejor y si no lo lograba se castigaba a él mismo.

En la cancha se escuchó el distintivo sonido del silbato, era turno de Aran Ojiro para servir; dio un gran golpe, logrando así que el balón cruce la malla pero no obtuvo el punto debido a la rapidez del líbero, Komori Motoya, recepcionó de buena forma el balón, elevándolo alto para dejarse caer en el lugar del armador del equipo; Miya Atsumu no demoró en calcular la trayectoria del balón y predecir a qué jugador le pasaría aquella esfera el equipo contrario, ahí fue cuando vio los ojos del rematador enemigo, Sakusa Kiyoomi, quien corría para rematar el balón.

Ambos se observaron en ese corto periodo de tiempo, ambos quedaron maravillados con el otro con una simple mirada no planeada; Atsumu se encantó de aquellos negros ojos, aquellos que no expresaban ningún tipo de emoción, eran tan oscuros como la noche, tan profundos como la oscuridad misma, una oscuridad de la cual es imposible escapar; Sakusa por su parte amó esos ojos ligeramente caídos y color miel, aquellos que transmitían emoción por el partido que se estaba llevando a cabo. La atención que ambos tenían con el contrario no fue tanto como para que se desconcentraran de su trabajo en la cancha, Sakusa Kiyoomi realizó el remate que le dio un punto a favor a su equipo; Atsumu no dejó que aquel punto lo desanimara, lo emocionó aún más de lo que ya estaba, el chico de ojos hermosos hizo un remate monstruoso, juró que recordará aquel momento en el que cruzaron miradas y el remate del de ojos negros.