Beso

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Yo y mis putas cagadas, ahora solo falta que termine el partido de basquet y nos tocaba jugar. Y aquí estoy en los camarines jugando poker con Levi.

Habíamos comenzado la partida, serían tres rondas en total. Yo no me sentía insegura de mis habilidades en ese ámbito, ya que este fue el único visto bueno que tuve de papá, cada ves que se juntaba con sus amigos en la casa, yo de pequeña me colaba en la mesa y los veía jugar, por lo que papá me enseñó todos los trucos para poder ganar.

Y aquí iba uno; el semblante de Levi permaneció serio y neutral. Perfecto para una ocasión como esta. En este juego las expresiones de las personas decían mucho tus jugadas, por tanto debías estar atento a estas y a las tuyas propias para que no te dejes engañar.

Aquí me di cuenta, que levi era tan experto como yo. Lo sabía, por lo mismo al barajear las cartas y repartirlas se mantuvo inerte en su postura al ver lo que le tocó. Debía yo hacer lo mismo.

Durante unos minutos nos mantuvimos en silencio, solo el ruido de los gritos en el Patio se escuchaban como eco. Eramos como dos enemigos esperando la falla del prójimo para atacar. Ya incluso el miedo al partido de fútbol había desaparecido, solo tenía una cosa en la mente : ganar.

Así que use mis trucos para distraerlo con preguntas :

— ¿que pasa con Riko?

Levi no se inmutó, se mantuvo firme al dejar tres cartas al centro. Dudó unos momentos sobre si ver las otra que tenía pero desistió. Las cartas que tenía sobre la mesa no me favorecían en nada pero... Aumente la cifra para hacerle creer que iba bien.

— ¿Que pasa de que? — preguntó arrastrando las fichas igualando mi cifra — voy.

Maldición

— te enrollaste con ella un par de veces ¿no?

Pensé que con esa pregunta se molestaría o algo por invadir su espacio personal. Que lograría distraerlo. Pero no mostró ni una pisca de interés por la conversa.

— ¿y?

— Que a veces ni siquiera le diriges la palabra, eres muy cruel — recalque con detenimiento y obviedad — ¿o me dirás que no te das cuenta de lo cruel que eres todo el tiempo?

Su respuesta fue corta y tajante:

— así soy yo, tomalo o vete a la mierda.

— muéstralas — pedí

Arrojamos nuestras cartas. El muy maldito le había salido un Full house. Bien, bien. No debo alarmarme, perdí esta pero me quedan dos partidas más. No debo perder ninguna.

Me relaje en la banca y continué :

— bueno, yo con gusto me iría a la mierda — explique repartiendo las cartas — pero lamentablemente muchas otras chicas no piensan igual. Así que estoy tratando de explicártelo con calma. Si te alteras, te lanzo una silla.

Mi amenaza no lo inquieto ni un poquito. Miró sus cartas, y está ves su inexpresividad desapareció de su cara. Sus ojos felinos me miraron y  brillaron con satisfacción y triunfo. Era un destello que decía :tengo algo bueno aquí... Senti una pisca de disgusto, Pero debía calmarme, podía estar engañandome, en un juego Levi podría ponerse el triple de altivo y peligroso.

— al rato la saludaré ¿feliz? — contestó con una fingida amabilidad.

Seguido de eso deslizó las fichas aumentando la cifra. Menos mal no Apostabamos dinero real, por que ni del culo me sacaba esos quince mil dólares que teníamos encima de la banca.

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