accidente

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- ¡Mikasa! ¡Oye, despierta!

¿Que?

- ¡Mikasa , joder!

La voz de Levi se escuchaba tan lejana, tan ida, pero a la vez desesperada.

- ¿Que cosa? ....no ..... No sé que hacer farlan.... No... Que no, está desmayada... ¡Te estoy diciendo que la golpearon farlan! ¡Tiene la cara hinchada y llena de sangre! Voy a llevarla al hospital...

- No... - susurré muy bajito - estoy bien.. estoy...

Abrí mis ojos con mucho pésame, sentía que me dolía todo el cuerpo.

- ¡Mika! ¿Estás bien? - ví un Levi borroso acercarse a mi a toda velocidad.

- ¿dónde estamos? - pregunté aún confundida.

- estás en tu cuarto - dijo y quitó con cuidado el pelo de mi cara, y pude visualizarlo mejor - ¿quieres algo? ¿Que te duele? ...mierda, es que no se que hacer...

Se pasó una mano por la cara, frustrado y muy preocupado.

- no te muevas tanto , estás... - intentó hacer que me recostara de nuevo, pero yo quería sentarme para poder estabilizar mi mente.

Me dolía todo, pero lo que más me dolían eran las costillas. Intenté tomar un espejo de  mi estuche de maquillaje para mirarme, y no podía creer el mounstro horrible que era en ese instante.

Mi cabello totalmente desmarañado, como si lo hubieran jalado para arrastrarme por toda la casa.

La imagen de papá haciendo exactamente eso se me vino a la mente, tuve que cerrar mis ojos con fuerza.

Tenía un morado justo al lado del ojo y un poco más abajo un rasmillon en mi mejilla, mi labio partido y rojo de sangre seca.

¿Cuánto tiempo había pasado?

No me fijé cuando fue que Levi salió de la habitación. Lo ví llegar con un poco de agua y una pastilla en una mano, y en la otra el botiquín del baño.

Se puso de cunclillas delante de mi antes de meter con cuidado la píldora en mi boca y darme un sorbo de agua para ayudarme a tragarla.

- ¿Puedes quitarte esto? - preguntó cuidadoso, señalando mi camiseta - necesito revisarte.

Sin entender mucho extendí mis brazos y dejé que me la quitara. De inmediato supe que algo iba mal cuando ví su expresión.

Puse una mueca de dolor apenas el puso de manera delicada un dedo sobre mis costillas. El lo quito de inmediato cuando notó que me dolía.

Mire mi cuerpo y me paralice, tenía un enorme moretón muy cerca de mi estómago, tan grande que el moretón ya se veía azul. Era horrible. Estaba hinchado y feo.

Me entró el pánico.

Papá me había golpeado.

Recordé de inmediato a el lanzandome patadas directas al estómago y a la cara mientras yo intentaba cubrirme en el piso hecha una bolita.

Me golpeó el estómago.

Dónde estaba mi posible bebé.

Me desmayé por el horrible dolor de las punzadas en mi vientre mientras el me golpeaba.

Comencé a sollozar.

- ¡Levi! - me alarmé, llamándolo desesperada aún el estando a mi lado - tenemos que ir, tenemos que ir al hospital...

Levi tomó mis mejillas e intentó calmarme.

- ¿Te duele tanto? - el pobre no sabía que hacer - e intentado llamar un taxi , pero no hay ninguno disponible hace muchas horas, ¿Quieres que vayamos a pie?

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