Capítulo 9

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—¡Diamante! —exclamé, sintiendo cómo las lágrimas caían por mis mejillas y mi corazón se rompía en mil pedazos.

Él me miró, y de inmediato cortó el beso que lo unía a esa mujer.

Ella rió con satisfacción, disfrutando de mi sufrimiento.

—¿Quién es ella, cariño? —preguntó, su tono burlón agudizando aún más mi dolor.

—Serenity, mi diosa —respondió Diamante sin titubear. Sus palabras resonaron en mí como un puñal. No podía soportarlo más; mi orgullo estaba hecho trizas.

Me sentía humillada y estúpida por amar a un hombre que no era mío."Por poco me entregué a él", pensé mientras corría sin rumbo hacia un bosque desolado que conectaba con una cascada.

Quería desaparecer, acabar con esta tortura.Mientras corría, los recuerdos comenzaron a asaltarme como sombras en la oscuridad.

 Flashback:

Recordé aquella noche fatídica en el palacio. Había entrado en la habitación de Zafiro sin hacer ruido, esperando sorprenderlo. Pero lo que encontré me dejó paralizada. Allí estaba él, besando a una mucama, sus manos recorriendo su cuerpo con una familiaridad que me desgarró el alma.

—¿Zafiro? —susurré, incapaz de creer lo que veía.Él se giró rápidamente, su expresión cambiando de sorpresa a una sonrisa arrogante.

—Serenity... no es lo que parece.

La mucama se apartó con una risa nerviosa, mientras yo sentía que el mundo se desmoronaba a mi alrededor.

—¿No es lo que parece? —repliqué con desprecio—. ¿Acaso hay alguna otra explicación para esto?

Zafiro se acercó a mí, intentando tomarme de los brazos.

—No te pongas así. Sabes que eres la única para mí.

—¡Eres un mentiroso! —grité, empujándolo lejos de mí—. ¡Me has traicionado!Su rostro se oscureció al escuchar mis palabras.—¿Divorcio? ¿Eso es lo que quieres? —dijo con voz fría y calculadora—. No te atrevas a pensar que puedes deshacerte de mí tan fácilmente.

Sentí cómo el miedo se apoderaba de mí mientras él se acercaba más, su mirada llena de furia contenida.

—Te enseñaré quién manda aquí —murmuró mientras me empujaba hacia la cama.Luché por liberarme de su agarre, pero él era más fuerte.—No puedes dejarme —dijo mientras me sujetaba firmemente—. Eres mía y solo mía.

Mi corazón latía con fuerza mientras intentaba razonar con él.—Zafiro, esto no es amor. ¡Es una traición! No puedo seguir así contigo.

Él sonrió con desdén y me empujó sobre la cama, acercándose más.

—Te enseñaré lo que significa ser mía —susurró mientras sus manos recorrían mi cuerpo sin piedad.La mezcla de miedo y deseo me paralizó. Intenté protestar, pero él cubrió mis labios con los suyos en un beso posesivo y exigente. Su cuerpo presionaba el mío contra la cama mientras yo luchaba contra la confusión de mis sentimientos.

—No te resistas —dijo entre dientes, su voz grave resonando en mis oídos—. Esto es lo que eres para mí: mi posesión.Mis intentos de liberarme se desvanecieron mientras él continuaba sometiéndome a su voluntad.

La pasión se mezclaba con la desesperación; sabía que estaba atrapada en su juego cruel y manipulador.

Fin del flashback.

Despertando de ese recuerdo doloroso, murmuré:

—El amor duele demasiado —mientras me dejaba caer en la hierba, deshecha en llanto por el despecho y la desilusión. Mis sueños estaban destrozados; aunque no quería aceptarlo, solo yo era responsable de haberme ilusionado con alguien que jamás me perteneció.Escuché su voz llamándome mientras escapaba del palacio, pero no quería mostrarle más debilidad.

Solo deseaba que fuera feliz; no le deseaba el mal, pero tenía claro que jamás volvería a su reino. No soportaría la tentación de verlo con esa mujer que tanto daño me había causado.

"Pasiones Prohibidas: Rivalidad entre Hermanos"  Serena X Diamante 💍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora