"Pasiones Prohibidas: Rivalidad entre Hermanos" Serena X Diamante 💍

Capítulo 6

Mientras tanto, en una habitación más allá, el príncipe Diamante se encontraba bajo el chorro de una ducha helada, buscando calmar el ardor que lo consumía por dentro. Pero la fría agua no podía borrar de su mente la intensa experiencia que había compartido con Serenity. Cada recuerdo de su rostro, de su risa y de su cuerpo, lo dejaba en un estado de excitación que lo atormentaba.Con cada gota que caía sobre su piel, la imagen de Serenity se hacía más vívida. Cerró los ojos, y lo único que podía pensar era en cómo se había sentido al tenerla tan cerca, cómo sus cuerpos habían danzado en una conexión que desbordaba pasión.

—Supieras lo que te deseo, mi amada Serenity —exclamó Diamante, pasando su lengua por sus labios, sintiendo cómo los impulsos se desataban en un instante.Sus manos, guiadas por un deseo irrefrenable, descendieron hacia su hombría, comenzando a acariciarla con una mezcla de anhelo y desesperación. La presión crecía en su interior, y cada movimiento lo hacía morderse el labio, ahogando un gemido de placer.

—Serenity, mi diosa sensual... —murmuró, su voz un susurro cargado de lujuria. La imagen de su amada lo envolvía, y su cuerpo respondía a cada pensamiento, cada recuerdo de sus labios y su piel.

—Tu cara angelical, tus labios... —continuó, jadeando mientras aumentaba la rapidez de sus movimientos, sintiendo cómo su respiración se aceleraba, indicándole que el clímax estaba cerca.—Ese movimiento de cadera tan ardiente... —reiteró, entregándose al placer, sintiendo cómo su cuerpo estallaba en un orgasmo que lo dejaba temblando.

 La sensación de liberación fue intensa, pero también efímera, y pronto se vio envuelto en la soledad de la habitación.El agua fría seguía corriendo, limpiando cada rastro de su acto, pero la soledad se cernía sobre él como una sombra. 

Serenity no estaba a su lado; estaba en una de las habitaciones contiguas, y para colmo, con su hermano Zafiro.La inquietud comenzó a consumirlo. ¿Qué estaría pasando en esa habitación? ¿Estaría entregándose a su hermano después de todo lo que había ocurrido entre ellos? La idea de que Serenity pudiera estar cediendo a la tentación de Zafiro lo desmoronaba emocionalmente.

—No, no puede ser... —murmuró para sí mismo, intentando convencerse de que todo esto era solo una calentura del momento, algo pasajero. Pero en el fondo, sabía que eso no era lo que ella significaba para él.

La angustia lo invadía. ¿Qué pensaba Serenity? ¿Qué había sentido al dejarse llevar de esa forma? ¿Estaría dispuesta a dejar a su hermano por él? La posibilidad de que su amor no fuera suficiente para mantenerla a su lado lo llenaba de desesperación.Cada segundo que pasaba sin saber la verdad lo hacía sentir más atrapado en un laberinto de celos y dudas. La lucha interna entre el deseo y el miedo se intensificaba, y Diamante se dio cuenta de que su corazón no podía soportar la idea de perder a Serenity.

La batalla por su amor apenas comenzaba, y las sombras de la traición amenazaban con devorarlo todo. Con cada latido, la pregunta resonaba en su mente: ¿qué pasaría si Serenity elegía a Zafiro? La incertidumbre lo mantenía en vilo, y sabía que debía actuar antes de que fuera demasiado tarde.