Capitulo 4

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Martes 25 de noviembre del 2014
(5:03)

A ella le gustas tú.
¿Por qué yo, precisamente? ¿Qué cojones vio en mi? ¿cómo es que nunca me había enterado? ¿por qué Tyler si lo sabía? 
Santa mierda. Me siento la peor persona del mundo entero.
Colette Jones Anderson, una chica linda, regularmente, con una sonrisa reluciente, jodidamente simpática y carismática, enamorada de mi, un chico ni seguro y tampoco inseguro, arrogante, imbécil, un cabrón de mierda.
Quisiera llamarla y decirle tantas cosas, como: “Podremos ser lo que tú decidas” pero suena comprometedor, lo que no es de mi agrado.
Se pasó por mi mente un: “¿Quieres que seamos amigos con derechos? ” sin embargo, lo que ella menos necesita ahora, es ser lastimada.
Bueno, ¿nuestra amistad aún sigue? No tengo idea.
Hubo una opción que estuve a punto de decir:“ Será mejor que te olvides de mi y de tu enamoramiento ” No lo hice, no quise hacerla sentir peor.

Está enojada y asustada. Pienso que es por mi puta reacción, por mi dureza al decirle quien me gusta en realidad, ¿por qué le molestó tanto? Es verdad que Jessyca me atrae, y nadie cambia eso, a pesar de mi poca probabilidad de ser algo cercano a ella.
¿Será posible?  Ha tenido una fuerte cantidad de pretendientes, y la cuarta parte como novios, populares, con carros del año, vestimenta costosa,  caras bonitas, rompe corazones. Imposible para mi.
No.
Rumiandolo bien, acabo de romper un corazón, uno indefenso, vulnerable, que definitivamente no lo merecía. Estoy cerca de convertirme en uno de ellos, aunque hay un vacío enorme, que me exprime, y me hace sentir que me falta el aire.
Quiero hablar con mi ex amiga quiero verla, quiero que deje de ver al suelo, como si tuviera algo más interesante que yo. Quiero que sonria diciendome que no pasa nada, porque es ella en quien confío,  que alegra mis días sin planearlo y que me deja sin voz con sus frases delicadas.

Meto mis dedos entre mi cabello, noto que está más largo, aunque no mucho. No me he cambiado de ropa desde ayer, cuando discutí con ella, sigo con la misma camisa roja con rayas blancas, y mis pantalones decolorados, que en lugar de negros, se ven de un tono gris.
Una idea vaga por mi mente, llamando mi atención, y cuando finalmente miro al frente, lo veo en el desgastado sillón beige, con una pierna recargada en la otra, sus dedos están unidos, y su atención fija en mis ojos.

“No lo hagas” Me aclama una vocesita aguda, “Es muy mal camino, yo sé lo que te digo”.
“¿No te das cuenta de que es una gran oportunidad? Tendrás a todas las zorritas que desees a tus pies, y podrás follartelas cuando sea de tu antojo”.
Dice otra voz, distinta, pero aguda, también.
“¿Eso en qué le beneficiará?  ¿placer y orgasmo contemporáneo? ”
“¡Es perfecto para cualquier hombre!”
“Pues este, no vive solamente de pan.”
”Pero vaya que es delicioso.”

Me sacudo de hombros, intentando hacer que caigan los pequeños hombrecitos, el perverso, y el angelical.
Lo logro.
Él sigue viendome,  contando los segundos, aunque en realidad, no ha avanzado nada, o quizá el reloj está descompuesto, y por eso las manecillas están quietas.

—No sabes lo que quieres.
— ¿Qué?
— Dije que no sabes lo que quieres. Radicalmente, eres indeciso, no sabes tomar buenas decisiones, solo las tomas. Eres masoquista, te duele ver o imaginar el estado en que se encuentra tu amiga, sin embargo, no le llamas para que te aclare todo, siendo que aún no te ha dicho nada. Eres muchas cosas, que sé perfectamente, incluso mejor que tú.

Me decepciono de mi mismo. Indudablemente,  el sabe todo de mí,  me conoce de principio a fin, es inútil negarlo.
No siento la necesidad de echarlo de mi casa, no siento nada más que lástima, y a mis piernas temblar, al igual que mis manos.
Todo eso, mientras  el sigue exactamente en la misma posición, debería ser cómodo, por lo que veo.

—Quiero pedir mi deseo. — Digo, y el deja de chocar su dedo índice contra la tela del sillón, se acomoda de otra posición, repasando sorprendido mis palabras. Hasta yo estoy conmovido.
Mierda, cuanta razón tiene.
—Te escucho.

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Hey! Hola otra vez.
Bien, no voy a sermonear mucho esta vez, no se preocupen.
Pasaba a avisarles que voy a estar un poco más ocupada de lo normal, por lo que se me va a dificultar aún más subir un capítulo:/
Este, digamos que es uno de mis preferidos, así que espero que lo hayan disfrutado tanto como yo.
La parte buena ya empieza, estoy muy ansiosa. *-*
Es todo, muchas gracias por leerme, no olviden regalarme su voto y su comentario.
Hasta pronto!

(Capìtulo dedicado a Lizi Moran, por ser una fiel lectora, gracias :'3 )

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