Capítulo 29

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Clary Fairchild

Dos horas habían pasado. Dos horas que aún sigo despierta esperando a que Jace venga a acostarse conmigo. Suspiré ya cansada y me puse mi bata de seda blanca para después salir de la habitación rumbo a donde se encontraba Jace. Estaba acostado en el sillón de la sala. Rodé mis ojos y me arrodillé frente a él para verlo dormir. Parecía un Ángel. No, no parecía. Es un Ángel.
Acaricié su rostro suavemente con mi dedo índice y sonreí leve. Jace pareció darse cuenta que era yo quien lo estaba molestando porque abrió sus ojos sin desesperación y al instante me miró. Estuvimos sólo segundos en silencio pero parecía una eternidad.

-Estuve esperando en la cama.

-Lo sé, me quedé dormido hablando con Alec -dijo mientras se sentaba.

Yo aún arrodillada apoyé mi cabeza en su rodilla izquierda y lo miré.

-¿Estás molesto conmigo? -pregunté con miedo a su respuesta.

-No, ¿por qué lo estaría? -acarició mi cabello.

-No me has prestado atención esta noche -suspiré-, te siento distante, Jace.

Jace tomó mi cintura con la intención de sentarme en su regazo. Acomodó un mechón rebelde detrás de mi oreja y sonrió.

-Lo siento, estaba molesto pero no contigo. No podría enojarme con el amor de mi vida.

-Me dejaste sola en la cama, esperándote.

-¿Me perdonas? -preguntó abrazandome fuerte. Casi dejándome sin aire-. Soy un idiota, tienes que acostumbrarte.

-Estás en el top uno de los idiotas -dije mientras acariciaba su cabello-, pero aún así te amo.

Sonrió.

-Vayamos a dormir, son las 4 a.m. -continué.

Minutos después ya estábamos en nuestra cama abrazados, las manos frías de Jace acariciaban mi abdomen por debajo de mi vestido de dormir. Sentir las caricias de Jace Herondale es una de las maravillas del mundo.

-Sebastián era Jonatanh -comentó Jace luego de minutos de silencio. Lo miré esperando a que me explique mejor y suspiró-. Había usado un glamour para infiltrarse en el instituto. Él nunca te quiso como un hermano quiere a su hermana y eso ya lo sabías -asentí con la cabeza y Jace acarició mi mejilla-. No sabía que él te había besado antes.

-Perdón -besé sus labios.

-No tienes que pedir perdón por nada, Clary, no fue tu culpa que tengas un hermano que le guste el incesto.

Reí por su comentario y volví a recostarme en su pecho mientras él subía sus mano a los míos.

-¿Qué se supone que haces? -pregunté haciéndome la tonta.

-Ya lo sabes, no tengo que decírtelo -sonrió y comenzó a acariciar uno.

-¡Duérmete ya! -reí y quité su mano para girarme y darle la espalda.

Jace insistió por un buen rato y no podía negarle, yo también tenía muchas ganas de sentirlo. Así que ambos terminamos desnudos y nos dormimos después de aquel placentero momento.

A la mañana siguiente desperté al no sentir el calor corporal de Jace, me di la vuelta para ver la hora en mi celular y eran casi las 12 a.m. Aún seguía con sueño pero me intentaba más saber que estaba haciendo Jace así que me vestí con mi vestido de dormir y mi bata arriba, y bajé. Escuché unos murmullos en la sala y caminé a ellos.

-Entonces dije "Por el Ángel, Jocelyn, deja a Clary en paz. Tiene dieciséis años, no será una niña por siempre" -dijo Luke entre risas acompañado de Jace y Maryse-. "No digo que escapar de casa y recorrer toda la ciudad a pies este bien, pero tampoco puedes estar corriendo tras ella". ¡Oh Clary, despertaste al fin, niña!

Shadowhunters: El principio del finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora