Al bajarme del auto, me encontré tras de mí a Roberto, que sonrió apenado
—Ayer... Lo siento, creo que no debí llevarte... Aunque creo que lo necesitabas y... —de repente se calló mientras miraba a la figura que había salido del auto, yo volví a ver y miré a Gustavo con una mala cara, recordaba como sus celos lo habían cegado ayer, a tal punto de no querer verme.
—Roberto, te presento a Gustavo —¿Que debía de decir ahora? ¿Debía decir que era mi novio?
—¿Eres el que les dio una paliza a ASDJ? ¡Si eres tú! —dijo asombrado al verlo ahí parado, Gustavo lo miro serio —¿Eres amigo de la chica de esos cuatro? —dijo esta vez mirando me a mi, yo asentí
—¿La chica de esos cuatro? —pregunto extrañado Gustavo mientras lo miraba con el ceño fruncido —La última vez que te vi ojitos, no tenías dueño —dijo sonriendo, burlándose de Roberto, este tenso un poco la mandíbula, el ambiente estaba cada vez más pesado
—Creo es tengo que ir a clases, recuerda que mi mamá quiere que vayas a cenar —dije mientras alzaba la mirada para poder verlo mejor, Roberto sonrió mientras Gustavo seguís viéndolo
—Descuida, además vendré por ti— luego de decir eso, beso mis labios, tan solo fue un instante, pero fueron suficientes para hacerme sonrojar —nos vemos luego ojitos —esta vez se dio la vuelta y salió de la escuela, sin mirar atrás, de repente la campana sonó, hasta ese momento me di cuenta que me había besado en el estacionamiento, frente a Roberto, quién ya no estaba ahí, corrí a la escuela, llegaría tarde a la primera hora de clases.
Saque mis libros lo más rápido que podía mientras aún me temblaban los pies, estaba demasiado nerviosa.
—Vaya, tu cada vez me sorprendes más vecina... Así que tienes una relación con un delincuente, eso jamás lo vi venir —yo lo miré mientras él cerraba el casillero, yo hice lo mismo, no iba a decir nada, solo yo sabía que no era cierto, él solo era un hablado más, y nadie podría quitarme la felicidad de este día.
Era almuerzo, yo estaba en el sitio de siempre, bajo un árbol, a lo lejos visualice a Tiffany, que me observaba detenidamente, estaba con un chico, parecía del equipo de fútbol, aunque no lo sabía, tome mis cosas para irme, se me había quedado viendo demasiado tiempo, algo tramaba, y no me iba a quedar a observar, entre de nuevo a la escuela cuando de repente sentí un empujón, caí en los casilleros, me tomé de la cabeza.
—¿Ya has empezado a hacer nuestro trabajo, zorra de quinta? Ha por cierto, te presento a Will, él también quiere que le hagas el trabajo —mire al chico que estaba a su lado y se arrodilló mientras me miraba
—Haa si que eres bonita, y no querrás perder esto, así que me la harás ¿Verdad? —me había tomado de la mejillas, en ese momento sonó la campana para volver a clases, fue en ese momento que ambos se alejaron, intenté ponerme de pie, fue entonces que me ayudaron
—¡Mira como te han dejado! —dijo un asustado Roberto mientras miraba a los dos causantes de esto —¿¡Por que no has pedido ayuda!? —dijo mientras miraba mi brazo que empezaba a moradearse
—No le digas a nadie —dije, mientras me ponía en pie, ambos sabíamos a quien me refería, fui a mi casillero cojeando de mi pierna izquierda.
Nuevo capítulo!
Espero estar subiendo dos capítulos los domingos y otro entre semana.Gracias por leer
Atte. F
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Fabiola
Teen FictionFabiola se enfrenta a un nuevo reto, intentar lidiar con su ultimo año de preparatoria, amistades, amores, estudios y más.