Caprichos Del Destino

33. Corre

Un malestar terrible se comienza a apoderar de toda mi cabeza. Siento la necesidad de estar con alguien, me tambaleó hacia adelante donde se encuentra el asiento de Carter, tomo su grueso brazo y lo jalo hacia mi asiento de atrás.

Entre risas pesadas y visión doble, ya siento que estoy en otra dimensión. Carter por naturaleza es guapo, y sumamente atractivo pero en este momento distorsionado, lo es aún más.

-¿Deseas un poco de agua?-puedo escuchar a Carter. Cojo torpemente la botella de agua que él ha sacado de su mochila, giro la tapa y vacío la botella rápidamente.

-Meli, acabo de escuchar algo extraño afuera, por favor no te muevas de la camioneta, ¿si?.-protesta Carter arrastrando su voz y dándome órdenes, asiento con mi cabeza y me quedo en silencio mientras él abre apresuradamente la puerta del Jeep y la cierra con brusquedad.

Realmente no he escucho nada, ha de ser por el estado en el que me encuentro, no debí haber ingerido tanto alcohol.

Tambaleó torpemente mi cabeza hacia la ventana, veo a Carter dirigirse hacia la tienda y mientras Helen y Valentina "La pareja del año"
Salen aterradas

-¡Lo vi! Estaba ahí justamente parado-Exclama Helen desesperada señalando hacia el frente. Valentina la abraza para tranquilizarla y Carter pone su mano en el hombro de Valentina mientras cruzan unas pocas palabras. Y se retira del lugar.

Corre hacia la camioneta, y se sube a mi lado.

-Helen tuvo una pesadilla-ríe y suelta un suspiro de alivio-¿Deseas dormir? Te veo muy mal, deberías de descansar.

-Em, no te preocupes, prefiero esperar a que amanezca.-coloco mi cabeza improvisadamente en su hombro.-Que habrá soñado Helen, escuche que había visto a alguien-comento de la nada.

-Menciono ver a un hombre vestido de negro y con capucha acercarse a la tienda.-explica sin interés y me abraza tiernamente-Es normal cuando acampas por primera vez en un bosque, sueles tener sueños pesados a media noche.

Cristopher duerme profundamente en el asiento del copiloto, mientras nosotros aún seguimos esperando la llegada del amanecer. No tengo ni el más mínimo deseo de dormir.

De repente me siento ahogada e incomoda por el pequeño espacio en el que me encuentro y abro la puerta que está a mi lado, Carter se confunde un poco, pero aún así sigue mis pasos y sale conmigo.

-¿Que sucede?-pregunta con delicadeza atrás de mi.

-Quiero aire fresco-digo arrastrando las palabras, y sonrío.

El reposa su brazo en mi hombro y comenzamos a caminar lentamente por la rústica carretera, luego de unos cuantos minutos el se detiene.

-Melissa, deberíamos de volver.-sugiere con seriedad.

-Tienes razón-me volteo hacia el y lo miro a los ojos, no comprendo por qué me parece tan atractivo, seguidamente me nacen las ganas de besarlo.

Maldito alcohol.

-¿Que pasa?-pregunta sonriendo achinando sus ojos.

Necesito controlarme.

-Nada, perdón-esquivo mi mirada y veo hacia el suelo avergonzada.

Carter me toma del mentón y gira mi cabeza hacia la de el. Me obliga a mirarlo a los ojos y siento que ya no puedo más.

-Creo que quieres terminar lo que un día empezamos.-pone sus manos fuertemente en mi cintura y se acerca a mis labios hasta el punto de besarme. Mi vientre se contrae, y mis sentidos comienzan a volar.