Los rayos del sol sobre su rostro lo despertaron haciéndolo pestañear un par de veces para acostumbrarse a la luz. Cuando estuvo despierto por completo todo su rostro enrojeció, aun se encontraba abrazado a Ohm. Los recuerdos de la noche anterior lo hicieron avergonzarse, el dolor en su cadera era la prueba definitiva de lo que había sucedido en su hogar. Sus ojos recorrieron los brazos de su novio y se topó con los aruños que le había proporcionado por culpa del dolor infernal. Se deslizó fuera del agarre del precioso chico dormido y se puso de pie, causando con ello algo inevitable.
-¡Mierda!- el alarido de Fluke despertó a Ohm quien saltó de la cama dispuesto a matar a quien hubiese hecho gritar a su chico.
Buscó al pequeño de cabello purpura.- ¿Fluke?
-En el piso.- fue lo único que pudo decir gracias a la vergüenza.
-¿Qué haces en el suelo?
-Quería sentir la alfombra.- chasqueó la lengua.- No puedo caminar, me duele el cuerpo.
Ohm se sonrojó visiblemente al ver a su pequeño novio en el suelo y sentir el ardor en su espalda.- Ven aquí.Tomó al jovencito entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla logrando que el menor dejara de hacer mala cara. Caminó hacia el baño y con mucho esfuerzo ayudó a su novio a limpiar cada parte de su cuerpo. A pesar de quejarse todo el tiempo y decir que no volvería a dejar que lo tocara, en realidad estaba muy feliz al saber que no había sido un sueño. Al terminar la ducha lo llevó a la cama nuevamente y ayudó a vestirse, que lo consintiera su novio no estaba mal.
-¿Seguro que quieres salir?
Asintió suavemente.- Es algo muy importante para Kao, a pesar de tomarlo con tanta naturalidad sé que está emocionado.
-¿Tu cuerpo estará bien?
-Si no me muevo mucho creo que puedo estar bien.- tomó la mano de su preocupado novio.- Estaré dependiendo de ti.
La brillante sonrisa de Ohm apareció.- déjame conseguir unos analgésicos y podremos irnos.Subieron al vehículo en silencio, ambos se encontraban demasiado tímidos para iniciar una charla informal. Emprendieron en silencio el camino a la dirección que su hermano les había enviado. El restaurante en el que los había citado Kao era un lugar sencillo y bastante íntimo. Todos habían llegado treinta minutos antes de la hora acordada para poder tener una conversación sin que el protagonista se encontrara con ellos. Especulaban sobre lo que debían decir y hacer para incomodar a la pareja descubierta la noche anterior. Fluke trataba de limitar sus movimientos en la silla, a pesar de ser cómoda no quería lastimarse más de lo que ya se encontraba. Agradeció a quien inventara los analgésicos por aliviar su dolor por un momento.
Boun se sintió tan nervioso que no pudo evitar preguntar-¿Cómo creen que será?
-Debe ser una belleza.- el primero en contestar fue Ohm.- Kao es realmente especial con sus gustos.
-Quisiera saber del gusto de mi hijo.- la linda mujer hizo un puchero.- Es la primera vez que conoceré a alguien por mano de mi niño.
-¿Nunca ha llevado una pareja a casa?- Prem sonaba realmente sorprendido.
Ohm y su madre negaron con la cabeza.- Nadie ha sido suficiente para ser presentada, este es un gran paso para él.
-Juro que traje una lista de preguntas para saber con quién sale mi hijo.
-¿Pueden dejar de hablar de nosotros?- todos giraron hacia el pelinegro que les sonreía de lado.- Vamos Plukem, saluda a mi familia.Un pequeño niño de ojos grandes, cabello castaño y labios temblorosos apareció tras el pelinegro, hizo una pequeña reverencia sin soltar la mano de la persona que lo había nombrado. La madre del grupo se derritió inmediatamente y contuvo sus inmensas ganas de correr y amasar esas mejillas regordetas. Ohm y Boun se miraban confundidos, estaban seguros que el niño era invento de Kao. El peli purpura se levantó de la mesa tranquilamente.
-¿Cuántos años tienes?- Fluke sonrió desde su asiento.
El niño se ocultó tras Kao.- No te preocupes pequeño, él es una buena persona.
-Siete.- murmuró Plukem con voz casi inaudible, su acento era malo pero no era de sorprender ya que vivía enra evidentemente extranjero.
-Eres un niño muy listo.- Prem se acercó al niño y se colocó en cuclillas para igualar su estatura.- ¿Comerás con nosotros hoy?
Asintió enérgicamente.
-Vamos a sentarnos ¿Sí?- habló Kao con voz suave.
El pequeño sonrió mostrando que le faltaban un par de dientes.
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Golden Week- BounPrem/ OhmFluke
RomanceUn chico de pueblo viaja solo a la gran ciudad durante el descanso de la Golden Week. Una visita a sus primos abre un mundo de sensaciones y recuerdos ante sus ojos. Bastó una visita al bar "Sapore di ciliegia" para encontrar lo que cambiaría sus pe...