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Lev tenía demasiadas cosas que hacer en esa semana, parece como si el mundo quisiera llevarlo al borde de la locura.

Cada día parecía que tenía más y más cosas, cada vez hablaba menos con Yaku y dejaba de lado los mensajes de Heather.

En una de las tantas sesiones fotográficas que tenía en la semana, en esta se estaba quedando dormido, sus párpados los sentía bastante pesados, tanto era su cansancio que apoyó su cabeza sobre el hombro de su hermana mayor.

Nadie se dio cuenta de lo agotado que podía llegar a estar en esos momentos, después de todo seguía su mirada seria y bastante tranquila por la cámara que captaba su rostro.

No debía mostrarse perturbado, las personas hablarían.

No sólo su mente estaba jugando con él creando distintos escenarios y momentos que de seguro nunca pasarían con Yaku, también existían otros más realistas en donde Heather le gritaba un sin fin de barbaridades.

Al igual que su familia.

—¿Lev, realmente crees que no necesitas un descanso? —Preguntó con gran preocupación su hermana.

Alisa pasó su mano por el rostro del más joven.

Intercambiaron miradas entre ellos, era como si su hermana mayor quisiera pasarse todas sus preocupaciones a ella.

Alisa quería saber su pesar y su cansancio, sin embargo, él por los momentos no le diría nada.

Simplemente sonrió y él pasó su mano por las mejillas de ella, todo fue con delicadeza y tranquilidad.

Su hermana no se sobresaltó ante su tacto, más bien, mantuvo su mirada todavía fija en sus ojos. Aunque, Lev realmente sabía que estaba causando un gran alboroto detrás de cámaras.

—Estoy bien. —Fue lo que respondió.

—Iremos por helado después de esto. —Alisa volvió su rostro a la cámara.

—Todavía tenemos trabajo. —Recordó Lev.

—Deja que tu hermana mayor se encargue por hoy de las cosas ¿Si?

Ella volvió a sonreír delante de los demás.

— Ya no soy un niño. —Mencionó Lev con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Pero eres mi hermanito, sabes que siempre te voy a cuidar. No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado.—Ella apretó su mejilla.

Lev pudo sentir la calidez y el cariño en su mirada, decidió confiar en ese momento en Alisa.

Siempre lo hacía, ella siempre estaba a su lado. Sin importar las cosas, sin importar los comentarios; su hermana mayor siempre estaría de su parte.

Claro, si él tiene la razón. De no ser así ella le haría abrir los ojos.

Pero... En este caso ¿Como vería ella lo que Lev estaba pensando?

Al terminar con ese trabajo, los dos se escaparon de su manager cuáles niños malcriados y salieron del lugar sin que nadie los viera, pidieron un taxi y fueron a la cafetería más lejana.

Se fueron a la mesa más apartada  posible del lugar y eligieron las cosas más dulces que había en el menú.

Lev agradecía que a esa hora no había tantas personas y que la mayoría de ellas eran mayores, las posibilidades de que supieran quienes eran ellos son extremadamente bajas.

Dio un suspiro al sentir el helado de vainilla con chocolate en su boca.

—Al fin veo una sonrisa sincera. —Comentó su hermana dándole una probada a su propio dulce.

l Can't Sleep // Haiba LevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora