Edmond, Oklahoma.
-Esto es estúpido -comentó la chica después de finalizar y comprobar su trabajo-. Katherine Rose Roberts, ¿estás aquí para ayudar o sólo estás aquí para tomarte fotos?
Katherine o Katie, cómo todos le decían, era en definitiva el prototipo de rubia teñida, sólo que a) era rubia natural y b) a diferencia de las demás rubias, ella sí que era inteligente, sobretodo con los cálculos en los que tipo bueno+tipo aún más bueno es igual a un trio desenfrenado de pasión. Sin embargo, Elizabeh no podía dudar que Katie era, sin duda, la mejor amiga. No sólo había ayudado a conseguir un plazo de estadía más largo a Elizabeth y a su madre en el país, también le había roto, literalmente, la mandíbula al idiota de Blake cuándo se enteró de que éste engañaba a Elizabeth con la regalada de Tiffanny, oh vaya que Tiffanny si que era una rubia muy teñida.
-Oh vamos, Beth -chilló la rubia-, tienes que aceptar que hoy me veo muy guapa -agregó lo suficientemente alto cómo para que un chico que iba pasando en su skateboard se detuviera al frente de ella.
-Eso sí que es cierto -dijo el chico sonriendo a Katie, quizá de unos quince o dieciséis años. Era lindo pero, lamentándolo mucho, Elizabeth sabía que si había algo que su amiga no era eso sería asaltacunas.
-Oh, es lindo, ¿verdad, Beth? -comentó como si de un cachorro abandonado se tratara. El chico sonrío aun más-. Quizás si utilizaras ropa a tu medida y arreglaras ésa maraña a la que tienes por cabello. Pero no, no eres mi tipo; podrías ser mi hermano menor -El pobre chico iba a decir algo pero Katie le hizo callar-. Sin embargo -agregó, entregándole una hoja de papel-, muestraselo a tus padres.
NIÑERA A DOMICILIO
¿Deseas salir pero no sabes con quién dejar a los niños? ¿Estás cansado de ésas niñeras que lo único que hacen es dejarte una deuda millonaria tanto en el teléfono como en el cable? Pues esos días de angustia se acabaron.
El servicio de niñera «La niñera está llegando» es tu solución, así que no busques más, llama al 0800-NANNY y dile adiós a los problemas.
El chico un poco cabreado y aún con el aviso en mano, dio media vuelta y se marchó en su skateboard. Elizabeth sintió un poco de pena por el.
-No debiste comportarte así, Katherine -le espetó, molesta-. Además, eres consciente de que nadie va a llamar ¿cierto?
-Elizabeth de la Santísima Trinidad Fernández Durán -dijo intentando que su pobre español se escuchase bien-, sabes perfectamente que me molesta cuando eres una completa pesimista.
-Y a mi me molesta que sigas cambiándome el puto nombre. Además, dejame decirte que lo único que lograste al inscribirte en aquél curso de español fue perder tu dinero. Tu pronunciación cada día es peor, amiga -sonrió.
-Tienes que entender, mi querida Elizabeth -dijo la rubia, haciendo énfasis en la «z» de Elizabeth-, que mi profesor estaba para comérselo. Fue imposible prestarle mi atención a su pronunciación cuando ésos vaqueros le quedaban tan ajustados. Tenía tantas ganas de arran... -fue interrumpida por su mejor amiga quién le dio la mirada de «o te callas o te lanzo al Lake Stanley Draper»-. Está bien, está bien, no hablaré más de los vaqueros ajustados de Rodrigo Rodriguez -finalizó mordiéndose el labio inferior.
Habían llegado al auto de Katie, un Buick Century Sedan del 97 color marrón, el cual era, sin duda, el bebé de Katherine. Mr. Speedy, como Katie había bautizado al auto, era la muestra de su independencia, y era cierto puesto qué, a pesar de que la situación económica de sus padres era muy buena, Katherine trataba evitar depender de ellos.
-En fin, deja de ser tan pesimista, Beth, van a llamarte.
-No lo creo, pero aún así gracias, Katie -dijo con sinceridad.
-Te van a llamar, Beth. Alguien tiene que leer ése cártel.
N/a:
Holaa, ¿que tal? bueno, debo decir que soy nueva en wattpad y ésta es mi primera historia. Quizás no será la mejor pero debo admitir que estoy bastante orgullosa de ella.
Espero que les guste.-Sofíaisabel.
![](https://img.wattpad.com/cover/31857225-288-k294482.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Propuesta tentadora(CANCELADA).
RomanceLa pobre Elizabeth se sintió aturdida. Lo que Andrew le había pedido la noche anterior era, sin duda alguna, un completo y absurdo disparate. Y es que ¿cómo podría pedirle tal cosa? No era razonable. No era lógico. De todas las mujeres que existían...