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-¿Jane? ¿puedo pasar?- habló Eyeless mientras golpeaba la puerta, no tardó en recibir un "Si" como respuesta y entró a la habitación- te traje un poco de hielo para tu mano- le dijo amablemente.

-Muchas gracias Jack- le respondió dulcemente.

Él se acercó y se sentó junto a ella en la cama, le pidió la mano y ella con total confianza se la dio, con cuidado fue apoyando la bolsa de hielo sobre sus nudillos.

-Por como quedo tu mano, debió haber sido algo muy malo ¿no?- no le respondió, la mira y ella estaba como perdida mirando las sabanas- ¿Jane?- le tocó el hombro y esta reaccionó- ¿qué te sucede?

-No nada, solo son esos momentos que te queda la mente en blanco mientras miras cualquier cosa- dijo con un tono de voz tranquila para que él no se preocupara- no pasa nada- le sonrió.

-Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea y lo sabes muy bien Janie- comentó sonriendo.

-Lo se muchas gracias Jack.

-¡Eyeless!- se escuchó a alguien gritar en el pasillo.

-¡Estoy con Jane en su cuarto!

La persona que lo buscaba no tardó en aparecer en la puerta, Zero.

-¿Qué sucede?- le dijo sin mirarla ya que estaba viendo más detenidamente la mano de Jane.

-Masky y Hoodie avisaron que necesitan ayuda- entrando al cuarto.

-¿Y Slender?- la mira.

-¿En serio acabas de preguntar eso? vaya a saber donde está ahora, vamos deprisa- salió rápido.

Jack suspiró y se puso de pie- No tengo otra opción, no te lo quites- le dijo a Jane mientras señalaba la bolsa de hielo en la mano de ella.

-Claro doctor- le dijo bromeando y él se fue dejándola sola.

-Son tan tiernos que me causan asco- comentó alguien entrando por la ventana.

-Siempre siendo un animal, puerta te presento a Jeff, Jeff la puerta, por ahí se puede entrar y salir rata- le dijo sin interés y sin verlo.

-Los golpes te causan mal humor, más del que ya tienes- se tira a la cama y casi la deja en el piso a ella.

-Por que no mejor te vas a emborrachar al bosque y te quedas tirado por ahí- ya hizo notar su mal humor.

-¿Qué tan grave son los demás?

-¿Demás?

Él se sentó en la cama y mirándola- Cada vez estas quedando más estúpida, los del cuerpo imbécil.

-No te importa maldito animal- él sin previo aviso puso una mano en las costillas de ella lo cual hizo que que quejara y casi diera un grito- Suéltame!- le quito la mano.

-Puede que fuese un fuerte golpe, o quizás puede que sea una leve fisura, por que no hubieses podido caminar si tienes costillas rotas.

-¿Ahora eres doctor basura?

-No, veterinario perra- comienza a buscar en el cajón de la mesita de noche- toma, la conseguí ayer- le arroja un pequeño bote de crema- te ayudará, pero sabes que tarde o temprano se dará cuenta de todo.

-Gracias por la crema- le dijo algo amable- ahora largo- volvió a ser seria.

-Si si, nos vemos perra- esta vez salió por la puerta pero la dejó abierta.

Ella se puso de pie y antes de cerrarla se asomo- Vez que es mejor salir por la puerta pedazo de idiota- él sin voltear le mostro el dedo de en medio.

Ella cerró y colocó el seguro, se quitó la campera y playera, quedándose solo en sostén y jeans, se acercó al espejo roto que tenia el pequeño armario en la puerta, se alumbró con una linterna para ver mejor los moretones que quedaron en su torso, sobre todo en las costillas, se puso un poco de esa crema que Jeff le dio. Al terminar de colocarla comenzó a arder mucho, ya se lo esperaba, se colocó un poco en los demás morados, se cambió de ropa y se fue a acostar, esperando a que el dolor disminuyera y pensar en donde se podría ir mañana para estar todo el día alejada y evitar preguntas.

Clandestine FightsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora