Joaquín largó un suspiro y soltó a Lucia. —Antes de irme... ¿Me puedes traer un vaso de agua—Lucia lo miró mal —Tengo sed.— se excusó Joaquín con una sonrisa que volvía loca a Lu.
—Está bien, el vaso de agua y te vas, ¿ok?
—Lo que digas, hermosa.
Lucia rodó los ojos y se dirigió a la cocina a buscar el pedido de Joaquín. Al volver, él se tomó el vaso de agua y le dejó una pequeña propina, dentro de un billete había un papel, la chica lo leyó.
–Esperaré a que salgas, estaré en el restaurante del otro día.
Pd: Si no quieres que siga viniendo, creo que tendrás que aceptar mis invitaciones–A ella se le dió vuelta el mundo, algo se estremeció dentro de ella, ¿Por qué tenía que ser así de insistente? ¿No puede solo rendirse y seguir con su vida? Al parecer, no.
Por suerte para ambos en 20 minutos salía a descansar, esos pocos minutos para los dos fueron una eternidad, hasta que por fin Lucia salió del turno, se puso una blusa negra y quedó con la misma falda de antes.
Sin saber por qué, se apresuró a llegar al restaurante que le había dicho Joaquín, entró y una mesera la recibió.—Buenas tardes, ¿Tiene reserva?— pregunto la mujer mirándola de arriba a abajo con desprecio.
—Hm... n-no, yo...
—Entonces no te puedo dejar entrar, querida, lo siento.— la interrumpió con pesadez.
—Yo vengo a ver a un amigo.— contradijo Lucia.
—Amiga, seguro te equivocaste.— dijo con burla la mujer que atendía.
—Lucia, viniste.— llega Joaquín desde atrás de la mesera, esta mujer lo mira y se impresiona.
—¿Usted la esperaba?
—Si, así es. ¿Hay algún problema?
—N-no, ninguno.
Lucia observó esa divertida escena con una sonrisa, noto que la chica le volvió a dirigir la mirada y solo hizo más grande su sonrisa triunfal. —No te preocupes, yo tampoco me lo creo.— le susurró a la mesera.
Joaquín le ofreció el brazo y Lucia, por su puesto se lo aceptó. Él la llevó hasta la mesa y le abroo6la silla para que se sentara —Gracias— sonrió.
Joa se sentó frente a ella y comenzaron a hablar muy a gusto, pasó más de media hora y no habían pedido nada, Lucia se dio cuenta de esto y llamó a un camarero.
—Buenas tardes, ¿que les puedo ofrecer?— preguntó el chico mirando exclusivamente a Lucia.
—Yo una ensalada y un jugo de naranja, ¿puede ser?
—Como no.— contestó y comenzó a caminar.
—¡Ey! Falta mi... Amigo.— exclamó la mujer, haciendo una pequeña pausa.
—Oh si, disculpe.— miró a Joaquín.
—Milanesa con puré y una Sprite
—Solo eso?
— Si, si, gracias.
Les trajeron la comida, y siguieron hablando y riéndose, inconscientemente ambos se iban acercando las sillas para quedar juntos. Se seguían riendo y contando cosas de su vida, tenían ese feeling que no todos tienen, y los dos se daban cuenta de eso, pero había una que no lo quería admitir.
—Ay la puta madre, se me hará tarde.— comenta Lucia apresurada, levantándose de la mesa.
—Vamos, te llevo.
—No, no y no. No quiero que Pablo nos vea llegando juntos.
—¿Así que Pablo se llama tu "dueño"?— pregunta Joaquín haciendo comillas con los dedos.
Lucia maldijo por lo bajo, ya que no quería que él supiera tanto de Pablo y de todo lo que pasaba ahí adentro, pues no le parecía correcto. —Si, así se llama. Pero mantente al margen, por favor.— dijo al salir del restaurante.
—¿Por qué no quieres que me involucre?— preguntó Joaquín.
—Porque no.— respondió cortante.
—¿Por qué te da miedo que esté cerca tuyo?
—Ya te he dicho.
—Pero por..— el hombre fue bruscamente interrumpido.
—¡Joaquín me estoy preocupando por vos! ¿Qué parte de eso no entendés? Simplemente no quiero que te lastimen.— le soltó.
El hombre sonrió, así que de verdad le importaba a esta mujer tan fría.
Joa le acarició la mejilla. —¿Te importo?
Ella lo miró a los ojos e intentó desviar la mirada, pero no lo consiguió, ya que Joaquín la tomó delicadamente del mentón e hizo que mantuvieran las miradas entrelazadas. Lu suspiró. —S-si... Me importas más de lo que deberías, y eso me da miedo.
Él la tomó de las mejillas y estampó sus labios contra los de ella, iniciando nuevamente un beso llegó de deseo, pasión y sentimientos extraños para Lucia. Ella le siguió el beso, apoyó sus manos en el pecho de Joaquín, sus lenguas iniciaron un maravilloso juego que ninguno de los dos estaba dispuesto a detener, ambos se necesitaban y querían más del otro.
Se separaron por falta de aire. —Lucia.— susurró Joa apoyando su frente en la de la chica. —Te amo, te amo.—dijo con la respiración pesada.
—Joaquín.., yo..
—No, calla, no espero que me digas lo mismo, solo... Dejate llevar por lo que sientes.— la volvió a acercar a él, esta vez por la cintura.
Lucia hizo lo que él le pidió; se dejó llevar. Rodeó el cuello de Joaquín con sus brazos y jugaba dulcemente con su cabello a la vez que el hombre le apretaba la cintura con pasión.
Nuevamente se separaron por el maldito aire que les faltaba. Ninguno se separó mucho del otro, sus respiraciones aún estaban fundidas. —Joa... esto...,— no quería decir que estaba mal, pero por un lado sí lo estaba y ella lo sabía. —Nos pueden ver, sabes que te harán daño si te ven conmigo.
Joaquín la tomó de la mejilla y le dio un beso corto. —En este momento no me importa nada, la verdad.
—P-pero...
—Nada, linda. Ahora mismo me decís dónde nos podemos empezar a ver para que no nos descubran.
Lucia se quedó pensando. —No lo sé, por acá no hay mucho lugares privados.— contesta ella.
—Perfecto, entonces en mi casa, es el lugar más privado que hay.
Ella le sonrió con dulzura. —No tienes porque.
—Pero quiero. ¿Cuales son tus horarios libres?
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les gustó? espero que sii
anonimook6 capítulos mi amorrrr, t amo♡
LuciaGalan_meenamora t quieroo, vos dale que vas muy bien en todo♡
marialuzbasso CAPSSSSS como no me subas capítulos t pego, ok??los amoo
♡♡♡
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Esa Chica y Yo [Terminada]
FanfictionUna bailarina exótica y un exitoso empresario. Ella intenta resistirse y él la persigue. . -Lucia- ella abrió los ojos y lo miró a los suyos. -Siento que te amo.- le confesó. Ella se separó. -Y-yo.., creo que te tienes que ir.