Capítulo IV

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Joaquín optó por no preguntarle nada más.

Cada cosa a su tiempo.— pensó.

El hombre la llevó hasta donde trabajaba, ella se iba a bajar sin decir nada, pues aún sentía cierta vergüenza por lo que hacía y como vivía. Cuando Lucia estuvo a punto de bajar del auto Joaquín la tomó del brazo.

—Fué maravilloso estar contigo y... me gustaría conocerte más.

Lucia lo miró y le brotó una sonrisa. —Aléjate de mi, Joaquín. Te voy a meter en problemas.— le susurró.

—Qué? Por qué me dices eso?

—Porque es verdad Joaquín. Tengo una historia muy larga y no sé si sea bueno que la sepas, mucho menos que te entrometas en ella.

El quedó pensando unos momentos. —Vos estas en problemas?

—Yo soy problemas, no quiero que lidies con esto.— tuvo la intención de bajarse, pero nuevamente Joaquin la detuvo.

—No me importa, Lucia. Necesito conocerte, y déjame a mi si me quiero meter en tu vida, puede ser?— acarició la mejilla de Lu, la miraba a los ojos, pero en un desliz, su mirada bajó a los labios de la chica, esos finos labios que parecían llamarlo a gritos.

Se acercó a ella despacio, Lucia no sabía cómo reaccionar, solo se quedó mirándolo expectante, él terminó de acercarse y chocaron sus labios. Joaquín cocomenzó a mover su boca delicadamente contra la de Lucia, ambos se estaban dejando llevar hasta que la mujer apoyó su mano en el pecho de él para separarlo bruscamente.

Joa se quedó mirando extrañado. —Lu...

—Alejate de mi, Joaquín, tengo dueño.

—Oh... Y-yo no sabía que tenías pareja.

—N-no es una..pareja, es más mi dueño, literalmente. Te va a matar si te ve besándome.

Dueño. Sin dudas una palabra muy fuerte como para una mujer, nadie tenía derecho de poseer de esa manera a alguien. —Quién es él?

—No quiero que te involucres más.— salió del auto, Joaquín intentó detenerla pero no pudo y no le quedó más remedio que volver a sus casa a intentar dormir.

Los días pasaron.  Casi una semana sin tener noticias mutuas, el hombre esperó al fin de semana siguiente para llenarse de valor e ir a ver a esa chica a su lugar de trabajo. Esperó a la noche cuando todos esos negocios nocturnos comenzaban a abrirse.

Se dirigió donde sabía que Lucia trabajaba. Entró a ese lugar, habían camareras en poca ropa, hombres mirando a chicas bailando, parejas caminando hacia un pasillo oscuro, donde supuso que habían habitaciones.

Comenzó a mirar por todos lados, pero no la encontraba, y eso comenzó a desesperarlo, hasta que en un momento todas las luces se apagaron, quedando solo un foco iluminando el centro del escenario, donde había una presentadora.

—Y ahora, con ustedes ¡El mejor show de la noche! Se sube a este escenario, la pelirroja más sensual y talentosa chica.— comenzó la música y la presentadora salió de ahí. Apareció Lucia, en una lencería roja con su cabello desordenado y empezó a menear el cuerpo al ritmo de la música sensual.

Hizo una coreografía en el tubo tremendamente erótica, seguidamente bajó del escenario a provocar a algún hombre de todos los que la observaban.

Pasó uno, le hizo un pequeño baile provocador, después otro y otro, pero al levantar la mirada vió a Joaquín y pareció ponerse pálida.

En el momento en que cruzaron miradas ella terminó el show, se cambió y a los minutos apareció frente a Joaquin con un vestido negro que hacía notar sus curvas.

—Acompañame, por favor.— dijo con la cabeza gacha, sin mirarlo a los ojos.

Él se levantó sin decir palabra alguna y la siguió de cerca entre la gente. Lucia lo guió hasta una habitación.

—Qué haces acá?— preguntó ella cuando se aseguró de haber cerrado bien la puerta.

—Te vine a ver.— contestó el hombre mirándola a los ojos.

—Joaquín... Tengo un jefe y.., es bastante— titubeó un poco —Controlador.

—Lucia, necesitaba verte, no me eches.— dijo tomando las manos de la muchacha. —No he parado de pensar en ti.

—Pues deja de hacerlo si no quieres terminar con la cara destrozada, o muerto.— lo contradijo una vez más, con toda la frialdad que podía.

—No puedo, linda.— suspiró y acercó su mano a la mejilla de Lucia. —Decime algo... Vos no has pensado en mi?

Si, la imagen de ese hombre se pasó muchas veces por la mente de Lucia, pero ella no estaba dispuesta a admitirlo, por el bien de los dos. —No, por supuesto que no.— contestó seria.

Joaquín, obviamente se deprimió. —Perdoname por venir a molestarte.— se disculpó —Ahora me voy.— dijo dirigiéndose a la puerta, mientras la chica se quedaba cruzada de brazos sin hacer nada por detenerlo. Antes de abrir la puerta el hombre se quedó quieto y soltó un largo suspiro, volvió a mirar a Lucia. —Perdoname, por favor. No acostumbro a hacer esto.

Lucia estaba desconcertada por lo que le había dicho, no entendió el motivo de estas segundas disculpas hasta que notó que Joaquín se le acercó rápidamente, la tomó por las mejillas y posó sus labios sobre los de ella, iniciando un maravilloso beso.

Ella no supo reaccionar, al inicio quiso separarse, pero finalmente solo le siguió el beso, tomándole de la misma manera la cara entre sus manos.

Siguieron el beso hasta que ambos se quedaron sin aire. Al separarse, Joaquín reposo su frente sobre la de ella, ambos con las respiraciones hechas un desastre. —Joaquín, si me ven...

—No nos están viendo.— interrumpió él —No arruinemos este momento. —dijo cerrando los ojos con una leve sonrisa en sus labios. Estuvieron así unos segundos, se volvieron a besar apasionadamente y se separaron con pequeños picos. —Lucia,— ella abrió los ojos y lo miró a los suyos —Siento que te amo.— le confesó.

Ella se separó. —Y-yo.., creo que te tienes que ir.

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otro capítulo más que espero que les haya gustado muchoo anonimook6 lamento la demora

LuciaGalan_meenamora marialuzbasso CAP CAP

nuevamente gracias, no se olviden de votar y comentar xq sino anulo la historia:)

los amoo
♡♡♡

Esa Chica y Yo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora