Seis

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Hoy escuché que los jugadores de basquebol estuvieron muy ocupados entrenando en la semana, ya que la próxima semana iban a tener un partido muy importante con un equipo de otra secundaria

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Hoy escuché que los jugadores de basquebol estuvieron muy ocupados entrenando en la semana, ya que la próxima semana iban a tener un partido muy importante con un equipo de otra secundaria.

Esa podría ser la razón por el cual no he visto a mi hyung. Sí, por eso.

Estaba pasando por la cancha de básquet y lo ví, ví a YoonGi Hyung, lo saludé con mi mano y una sonrisa pero el saludo no me fue devuelto ni una sonrisa. Fuí completamente ignorado.

Mi sonrisa fue rápidamente borrada y bajé mi mano.

Seguí mi camino hacía el árbol de siempre y me quedé pensando en lo que había pasado hace unos momentos.

¿Me ignoró? ¿Acaso me está evitando? Esos días que no nos vimos ¿Será por el partido que ellos tendrían o por otra cosa? Estoy muy confundido.

No tenía hambre y mucho menos quería leer, me levanté de debajo del árbol y me dirigí hasta mi casillero a guardar todas mis cosas en mi mochila para así dirigirme a la dirección. No me sentía bien y quería que mi madre viniera a buscarme.

Llamaron a mi madre y ella luego de un rato llegó, muy preocupada preguntando si estaba bien. Firmó una hoja que daba permiso para que me pudiesen retirar.

Ya en el auto.

–¿Todo bien, amor? ¿Qué pasó?

–Sí lo estoy, mamá, sólo no me sentía bien - dije mirando la ventana.

–Jimin, te conozco y sé que me estás mintiendo así que dime lo que en realidad pasa.

–Yo... Mamá, me gusta alguien pero no sé si esa persona sienta lo mismo que yo. No quiero ilusionarme y salir lastimado - bajé la cabeza mirando mis manos y jugando con estas.

–Bebé, nunca te había gustado alguien y me sorprende saber que alguien te haya atraído ¿Y quién es la o él afortunado?

–Es "Él", mamá. Se llama Min YoonGi, es un chico muy lindo y dulce conmigo, hace cosas que con otras personas nunca lo ha hecho. Le ha gustado el apodo que le había puesto y eso que a él no le gusta que le pongan apodos. También es muy atento conmigo, me defiende de cualquier persona y también es capitán del equipo de básquet en la secundaria...

–Pero... Siempre hay un pero - dijo mirándome unos segundos para luego mirar la carretera, ya que estaba manejando aún.

–Pero últimamente no nos estamos viendo y además hay una chica, que es la capitana del equipo de las porristas, ella gusta de él y quiere salir con él. Y-yo... Ella es muy linda y harían bonita pareja ambos ya que he oído a varias personas hablar de ellos diciendo que puede que estén en algo... Y-yo... - no dije más nada es que sin darme cuenta mi rostro ya estaba empapado en lágrimas.

Ya habíamos llegado en casa, mi madre estacionó el auto y rápidamente se sacó su cinturón de seguridad para acercarse a mí y abrazarme.

–Mi amor, bebé de mamá, no llores, todo estará bien - dijo mientras acariciaba mis cabellos- tú eres hermoso y si ese chico no ve eso pues él se lo pierde. Ya encontrarás a alguien que te quiera de verdad, el primer amor es así, duele, pero luego vendrán más y aparecerá esa persona correcta. No llores no me gusta verte así.

Nos quedamos unos minutos más abrazados y mi mamá seguía diciéndome palabras dulces.

Cuando me tranquilicé salimos del auto e ingresamos en la casa. Mi papá no estaba, él se encontraba en el trabajo.

Mamá me dijo que fuera a mi cuarto a dormirme un rato, le hice caso y subí a mi cuarto.

Me acosté en mi cama, me tapé y cerré mis ojos para luego dormirme un rato.

Al despertarme, luego de un par de horas, bajé y fui a dónde estaban mis padres, estaban en la cocina. Mi madre cocinando y mi padre hablando con ella.

Llegué y los saludé a ambos. Mi padre me miró un rato y supe que mi madre le había contado lo que pasó.

–Cariño...

Bajé mi cabeza rápidamente.

–Ven con papá.

Levanté la mirada tímidamente y él tenía sus brazos abiertos indicándome que quería abrazarme. Con un puchero me acerqué rápidamente y lo abracé.

–Ya, cariño, todo estará bien.

–Estoy bien, papá.

–Lo estás, eres un niño muy fuerte.

Reí por eso.

–Te quiero, papá.

–Y yo a tí, Jiminnie.

Mamá con una sonrisa se unió al abrazo.

Después de ese momento familiar, decidimos que después de comer iríamos a la sala y veríamos algunas películas.

Eso me vendría muy bien.

Un momento familiar en donde no existían nadie más que mis padres y yo.

Un momento familiar en donde no existían nadie más que mis padres y yo

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Yoonie -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora