Capítulo 38: Heridas del pasado...

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Martes, Fanny ingresa a la clínica para la evaluación que tiene pendiente.

—Buenas tardes, ¿cómo estás?, ¿algún problema mi complicación?—interroga el doctor mientras entra al consultorio.

—Todo bien, gracias—ya intente caminar y no tuve complicaciones, ¿ya me retirara el inmovilizador de rodilla?—pregunta de forma ansiosa.

—Sí, hoy lo retiró, al igual que las muletas, no las necesitas ya, ¿puedes caminar?—responde el doctor mientras regirá el inmovilizador.

Fanny da unos pasos para demostrarle al doctor que todo está en orden, luego se sienta y el presiona su rodilla para verificar si siente dolor.

—Todo está bien. No fue una lesión grave así que sano. Puedes volver a tu vida cotidiana—dice el doctor mientras se aparta y deja su libreta en una mesa.

—Si a mi vida normal—dice riendo.

Se despide y sale del consultorio. Su padre la espera y al igual que ella, se despide del doctor.

—Puedes pasar a dejarme a casa de Lili, quiero ir a visitarla—dice mientras se sube al auto.

25 minutos después llegan a casa de Lili.

—Si necesitas que vuelva al rato, llámame—comenta su padre mientras ella baja del auto.

—Quizá tome un Uber, nos vemos—responde mientras cierra la puerta y se acerca a casa de Lili.

Lili la ve por la ventana y rápidamente baja las escaleras y la recibe en la entrada.

—Que gustó verte aquí, y más gusto me da verte caminando y sin ningún problema—dice mientras abraza a Fanny.

Ríe— Gracias, pero quiero respirar, o de lo contrario el gusto de estar bien me durará poco...—agrega mientras ambas se separan.

Lili ríe y la invita a pasar.

—¿Tu hermano no ha vuelto a casa?—pregunta a Lili mientras le sirve un poco de té.

Le da un sorbo al té. —Aún no ha regresado, está viviendo con un conocido, de hecho tiene trabajo, pero fue por sus cosas a casa, mamá se puso como loca, al igual que papá... fue todo un problema...—responde sin ánimos.

—Creo que tu familia está en un punto de inflexión algo crítico, algo sucedió en algún punto que cambió todo, solo que ninguno lo noto—dice Lili mientras acaricia a su perro.

Ríe. —Sí, pero en fin. Así son las cosas, no se aún que haré yo, la universidad se acerca y planteo vivir sola, aunque tendré que trabajar, no quiero pedirle dinero a papá—agrega algo molesta.

—Siempre te ha dado dinero, inclusive recientemente. Entiendo que estás distanciado de él, pero supongo que el sabe que debe mantenerte aún—sentencia Lili mientras se levanta del sofá y le pide que suba para que revisen algo en la laptop.

Fanny asiente y deja la taza de té sobre la mesa que está centrada en la sala, la sigue y suben las escaleras para llegar al cuarto y que ella le muestre algunas universidades.

Jugando a cambiar de cuerpos / TGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora