Capítulo 16° |♪| Te gusta...

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Iglesia "Agua de Vida"
Jueves, 9:15am

-¡Corre, corre, corre!

-¡Me caigo, me caigo, me caigo!

Pues, tomada de la mano del chico que corre más rápido que Flash -si es que eso es posible- era seguro que caería de cara contra el pavimento en cualquier momento.

Había ensayo en la mañana y David insistió en que tenía que venir con ellos, incluso él mismo pidió permiso a mi mamá para que me dejara ir; ella aceptó... y no pude hacer nada más que aceptar igual.

De verdad me agradan esos chicos, y no voy a dejar que lo que Dios permitió que me pasara para que fuera una momentánea experiencia, vuelva de nuevo.

El enemigo no ganará esta batalla; yo sí, con la ayuda de Dios.

Al fin, llegamos en frente de la entrada de la congregación, pero ni siquiera allí paramos de correr. Fuimos disminuyendo la velocidad a medida que íbamos adentrándonos.

Vimos a los hermanos Sharma acomodando los instrumentos del altar; Megan y Alice decorando los alrededores con serpentinas y lazos dorados, mientras que el Pastor, Luke y otra persona, desconocida para mí, hablaban debajo del altar.

Un joven de piel morena y cabello rizado; de vestimenta algo elegante; de espaldas. Así lo describo por ahora.

-¡Llegamos! -exclamó David, tan agotado de correr como yo.

Y aunque todos nos vieron, Alan reaccionó antes.

Se giró a vernos y levantó sus brazos- ¡Milagro! Débora vino.

En seguida, todos -excepto el Pastor y el otro sujeto que se quedaron dónde estaban- se nos acercaron... a mí, mejor dicho.

Megan y Alice me abrazaron emocionadas- ¡Eva!

Sonreí de oreja a oreja y las abracé de vuelta a ambas- ¿Cómo están?

Ambas se separaron de mí.

-No. -Megan me tomó por los hombros- Tú dinos a nosotros, ¿cómo estás?

-¿Por qué no viniste más? -preguntó Alice al igual de preocupada que la pelirroja.

-Nos tenías preocupados. -admitió Luke.

-Sí, por poco pensábamos que Cristo había venido a buscarte y nos dejó. -Lorenz negó con la cabeza mientras sonreía por la broma de su hermano.

Sonreí de labios sellados, algo apenada- Disculpen, es que últimamente no me había sentido muy bien. -nadie dijo nada, solo se vieron los unos a los otros- Aprecio mucho que se preocupen por mí...-mordí mi labio inferior- Gracias.

-No tienes que agradecer, para eso estamos. -Lorenz sonrió.

Todos me dieron distintas sonrisas, pero cada una transmitía el mismo mensaje, y me dieron las fuerzas para devolverles una sincera.

-Bien, ¿qué sigue ahora? -preguntó David con ánimo mirándome a mí y luego a Luke.

Todos vimos al susodicho, pero él no fue quien contestó.

-Lo que sigue...-fue el Pastor Webster quién respondió la pregunta de mi amigo-... es presentarle a Eva a nuestro hermano: Josh Mitchell. -nombró señalando al joven de piel morena y cabello rizado y rapado a los lados que caminaba junto a él- El predicador de esta semana.

El hermano Josh nos miró a todos y sonrió.

-Muy buenos días, chicos. Dios les bendiga. -me miró- Gusto en conocerte, pequeña. -saludó amable con un asentimiento.

Sin Dios... Nada Somos.© |🔛| Historia Cristiana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora