𝙎𝙪𝙗𝙚𝙩𝙚 𝙖 𝙢𝙞 𝙢𝙤𝙩𝙤//𝙍𝙞𝙘𝙠𝙮 𝙈𝙖𝙧𝙩𝙞𝙣

Problemas llamados Alondra

Narra T/N o Ariadna

Estoy en mi habitación, abrazando mi almohada, se supone que debería dormir pero no puedo. Ricky se comporto extraño, ¿Y si ya no quiere seguir con esto? No, Ariadna ¿Qué dices? El te quiere solo fue un día cansado, si solo eso. No hice nada malo, y confío en que el tampoco, maldita Alondra es obvio que ella le dijo algo, tendré que hablar con el.

Me acomode para dormir y sonó el despertador.

-Rayos.- no dormí absolutamente nada, me cambie y bajé. No les conté lo que pasaría hoy, Emiliano y Sofía me llevarían al centro de la ciudad de México y me ayudarían a comprar ropa porque según ellos me visto muy extraño.-hola mamá, adiós mamá- Afuera de mi casa ya estaba Sofía.

-Aris, Hola.- dijo saludandome con la mano.

-Hola Sofi.- volte a los lados- ¿Y Emiliano?

-El vive más cuadras adelante y le da flojera venir- empezamos a caminar- ayer hablé con el, y me dijo que ni se me ocurra que iba a venir- soltó una risita- que tenía que guardar fuerzas para el centro.

-¿Está grande?.-pregunte

-Sin duda. Te va a encantar.- dijo pasando una mano por mi hombro.- Se que es muy pronto, pero ¿Ya encontraste a alguien que te guste?- No nadie más me va a gustar.

-No, todos son, raros.

-Si, sin duda, pero los de la preparatoria de a un lado, esos si estan buenos.- No voy a decir que no soy superficial, pero sinceramente me Ricky es guapo pero es amable y todo eso pero si es guapo y es grosero, mejor lo dejamos ahí. Y digo “Superficial” porque lo primero que vemos en todas las personas es el físico.

-Hola Sofiluchis.- saludo un chico.

-No me digas así, Adrián.

-Hola, tu- dijo viéndome- ¿Cómo te llamas? Yo soy Adrián Jiménez.- dijo estirando su mano.

-Hola un gusto, yo soy Ariadna Villamil.- dije estrechando su mano.

-El también es del grupo- dijo rodando los ojos mientras sonreía.-Solo que pensé que tenías varisela o algo así.

-Si, les iba a avisar, pero ninguno de los dos contestó el teléfono ayer.

-Estabamos con Ariadna- dijo mientras crusabamos la calle- Y hoy vamos al centro ¿Vas?.- Adrián se me quedó viendo con los ojos entrecerrados.

-Espera- dijo agarrando mi hombro- ¿Te he visto en algún lado?.

-No creo.

-Si si, no lo puedo creer eres la de Menudo- dijo agitando mi hombro- dios no lo puedo creer.

-Y volvió Adrián- dijo Emiliano llegando.

-Yo también estoy feliz de verte después de un mes, idiota.

-¿Nos vamos?.- asentimos y empezamos a caminar. Llegamos a la escuela y nos separamos.

-¿Por qué no me habían dicho de Adrián?- le pregunté mientras nos sentamos.

-Porque tenía varisela, y pensé que moriría- lo volte a ver- bueno es que encerio se veía mal.