Capítulo 3: Mi nuevo hogar.

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Los días pasaron y como Katsuki lo había prometido, pasaba diario a ver a Izuku-flor ya sea, antes o después de la escuela para regarla sin falta. Katsuki al principio hablaba con su tono normal cuando platicaba con la pequeña flor, en especial cuando su madre se encontraba presente, pero después comprendió que debía hablar mucho más bajito para que la gente no lo tachara de loco por hablar solo pues nadie podía ver a Izuku-flor a excepción de él.

Y así el pequeño Katsuki había desarrollado un interés muy especial por aquella extraña y linda flor.

Los años transcurrieron. Trece años para ser exactos y Katsuki no faltó ni un sólo día para ver a Izuku-flor y cumplir con su compromiso de regarla diariamente. No importaba lo mal que a veces se pusiera el clima, si hacía viento, si nevaba o incluso si llovía, él iba a ver a su pequeña flor. Aunque solo fuesen unos minutos, Katsuki siempre iba sin falta. Eso provocó que la esperanza volviera a Izuku, naciendo en él una nueva ilusión, dándole un motivo para seguir deseando estar vivo; ver Katsuki al día siguiente.

El pecoso esperaba con ansias que llegará pronto la hora para ver su pequeño salvador, porque a pesar de que Kacchan, como lo llama cariñosamente, es mucho más grande que él, si hablamos de edad, Izuku es mayor que Katsuki por muuuuchos años.

El ver a Katsuki diariamente llenaba de ánimo y alegría al peliverde.

Izuku aún no puede creer que trece años han pasado desde entonces y que aquel pequeño niño ahora es un adulto de dieciocho años recién cumplidos.

Katsuki recién a comenzado su vida como universitario y ahora vive en un modesto departamento cerca de su universidad. Obviamente sus padres se hacen cargo de sus gastos, pero el rubio cenizo se a propuesto a conseguir trabajo pronto para dejar de depender de sus padres. Y por supuesto, Katsuki antes de ir a la universidad pasa a ver a Izuku-flor como ya es su costumbre.

—Me sorprende bastante que hayas sobrevivido durante todos estos años Deku... ¿Sabes? Cuando era pequeño creía que eras la cosa más genial que me pudo haber pasado— Izuku escucha con atención al otro con mucha emoción pues a pasado tiempo desde que Katsuki le cuenta sobre como se siente —Creía que el hecho de que solo yo pudiera verte me convertía en alguien especial, como si yo fuese alguna clase de elegido. Pero conforme fui creciendo me di cuenta de que esto era algo extraño.

Izuku-flor al escuchar lo último siente una punzada en su pecho haciendo que su emoción se desvanezca, más por la leve expresión de tristeza que logra percibir en el rostro de Katsuki.

—¿Acaso ya se aburrió de mi?  Bueno, ahora que Kacchan es un adulto es normal que la emoción que sentía cuando era un niño haya desaparecido, supongo... Pero yo...— piensa el peliverde con tristeza.

—Nunca le conté a nadie acerca de ti y me alegró de que estés en éste terreno baldío que es poco frecuentado por mis conocidos. Sería muy molesto tener que mentir sobre tu existencia, pero sinceramente, no creo que alguien me creyese si lo contara— Izuku baja un poco la cabeza algo desanimado —¿Pero sabes algo? No sé porqué, pero me agradas Deku— sin darse cuenta Katsuki se a sonrojado un poco  —Así es, te llamé Deku por y eres tan inútil que no puedes moverte de tu lugar y necesitas de mí para seguir viviendo ¿no es así?— Katsuki trata de cambiar el tema en un intento de insultar a Izuku-flor para ocultar que se siente algo avergonzado de admitir delante de Izuku el hecho de que le agrada —Así que seguirás a mi cuidado Deku— Katsuki sonríe de medio lado mientras acaricia con suavidad a Izuku-flor.

Izuku dejó de funcionar en el momento que Katsuki dijo que le agradaba, Izuku se siente como si flotara entre las nubes pero cuando por fin regreso de su pequeño trance, escucha decir de la boca del rubio que él seguirá cuidándolo. Cosa que hace que Izuku de lo conmovido que se siente se ponga a llorar.

Deseo estar a tu lado...  [DekuKatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora