Este capitulo esta un piquito dramático, pero espero que les guste.
El examen no fue taaaaaaaaaaaaan difícil como pensé, estoy seguro de que va a ser un 100 aun sin contar el bono. Ahora solo tenia que prepararme para la cena con la familia de mi padre. Por un lado, estaba nervioso por conocer a la madre de Félix, pero por otro lado estaba bastante molesto por conocer a la mujer a la que mi padre no abandono (creo que le puedo llamar así) . Es correcto, sentía un poco de envidia y de odio hacia ella. ¿Por qué mi padre abandono a mi madre y se quedo con ella? ¿acaso mi mama no es suficiente para él? Mi madre es la persona más amorosa, honesta y comprensiva que conozco, nunca se me hizo justo que ella tuviera que pasar por algo así solo por un idiota.
-voy a matar a Fred la próxima vez que lo vea- dijo Axel entrando a la habitación rompiendo mi concentración.
-no es ni la primera, ni la ultima vez que lo dices- dije acostándome en mi cama mientras el me miraba con los ojos entre cerrados.
-JA JA, que chistoso- dijo con sarcasmo -¿a qué hora es la cena?-
-7 con 20-
-no hay necesidad de que pongas esa cara- dijo cuando vio mi expresión de enojo.
-si tu lo dices- suspire -bueno ya son las 6:36, tengo que bañarme y vestirme - dije levantándome y yendo al baño.
A los 10 minutos salí para vestirme y peinarme. Me puse unos pantalones negros con una camiseta un poco elegante color azul claro y una chamarra negra. Por alguna razón Axel parecía muy molesto, supuse que fue por que Fred y el hicieron el chiquistriquis porque siempre se molesta cuando lo hacen, bueno casi siempre.
-oye Axel, ¿me haces un favor?- pregunte
-si claro- dijo viendo el celular acostado boca abajo en su cama.
-bueno necesito que vallas al club de arte y me traigas mi pintura, ayer la deje secándose-
-a claro, ¿Cómo es?-
-es un fénix, no va a ser difícil de encontrar, solo llevo el cielo pintado-
-okey, voy en 10 minutos-
-bueno, yo ya me tengo que ir, nos vemos mas noche, no creo durar mucho- dije poniéndome unos tenis blancos. Me fui caminando hasta el estacionamiento donde Félix y Liz me esperaban con el carro prendido. En cuanto Liz me vio me jalo del brazo y como si fuera niño chiquito me metió al carro, me puso el cinturón y cerro la puerta, se veía muy emocionada. Félix no tanto, de hecho, parecía más bien nervioso. Llegamos a los 20 minutos a lo que pensé que era un hotel o restaurante enorme con una enorme reja elegante.
-bienvenido a nuestra casita- dijo Liz con una enorme sonrisa mientras yo me quedaba estupefacto viendo su "casita" creo que la palabra correcta es "mansión". Ese lugar era enorme y muy pero muy elegante. No podía creer lo que veía, parecía mentira, estaba tan sorprendido que Liz me tuvo que llevar jalando del brazo hasta la entrada. Tocamos la puerta y una trabajadora (creo que se le puede llamar así) nos llevo a lo que creo que era el comedor (el cual al principio pensé que era un salón de baile con una mesa en el centro) donde estaba sentado mi papa y una mujer. Me quede unos segundos mirando a la mujer, era hermosa, me sorprendió muchísimo ya que no se parecía casi en nada a sus hijos, no digo que sean feos, pero era sorprendente que no hubiera casi parecido entre ellos, seguro que se parecían a su padre.
-bienvenido Simón- me dijo mi padre parándose de su asiento -ella es mi esposa- dijo apuntando a la mujer de su lado.
-si ya me había dado cuenta- dije en voz baja, pero de manera que el me escuchara perfectamente -hola- dije moviendo una vez lentamente mi mano en forma de saludo.
-hola simón, mi nombre es Isabelle, es un gusto conocerte- dijo con una enorme sonrisa mientras yo pensaba en "vaya, que original, la madre se llama Isabelle y la hija Elizabeth" -adelante, siéntate donde desees- dijo señalando la mesa y las sillas. Me senté a lado de Félix enfrente de Liz. -Elizabeth me a contado mucho de ti, dice que eres muy aplicado a la escuela y que también eres muy responsable-
-es correcto- respondí de manera seca, me había decidido a no dejarlos ganar, no tenia ganas de ser parte de su familia, al menos no como "su hijo".
-Mmm, ¿entraste a alguna actividad extracurricular?- me pregunto de nuevo la mujer intentando entablar una conversación.
-sí, entro arte y manualidades- dijo Elizabeth rápido dándose cuenta de que yo no tenia ni un gramo de ganas de hablar.
-gracias Elí, pero le preguntaba a Simón-
-es correcto, entre a arte- dije otra vez de manera seca.
-¿y como esta tu madre?- me pregunto mi padre
-seguro esta trabajando duro- dije poniendo cara seria y mirándolo a los ojos -a diferencia de usted- dije apuntando a mi padre con la mano mientras lo miraba directamente a los ojos -a mi madre si le importa su hijo y se rompe la espalda trabajando todos los días-
-¿Qué hay de cenar?- dijo Félix cambiando de tema.
-oh cierto, mole poblano- respondió mi madrastra -pensé en que tal vez te gustaría comer algo mas "familiar" para ti-
-bueno gracias, pero no puedo comerlo-
-¿Por qué?- me pregunto mi padre
-soy alérgico al chocolate, si como aun que sea un poco puedo morir- todos me miraron impactados -pero claro usted no lo sabía- dije apuntando de nuevo a mi padre -no es como si le importara- suspire -es una lastima que el o la cocinera perdiera su tiempo cocinándomelo, creo que debería ir a disculparme- dije levantándome de la mesa -disculpe, ¿Dónde está la cocina?- le pregunte a una "trabajadora" ella solo se quedo parada estupefacta -creo que tendré que buscarla yo- me fui mientras todos se quedaban estupefactos. Solo camine por unos segundos y ya estaba perdido.
-SIMON- dijo alguien por detrás
-Félix, ¿Qué pasa? - pregunte tranquilo
-más bien, ¿Qué te pasa a ti?- estaba molesto -se que es duro para ti, pero para mi mamá tampoco es fácil- siguió -por favor solo esfuérzate un poco-
-Félix, tu no me puedes decir que hacer- respondí -no sabes como me siento ni lo sabrás- cuando dije eso ultimo Félix perecía ya no estar enojado, estaba triste. Me agarro del brazo y me metió a una habitación que parecía ser una sala de estar. Agarro mi rostro con sus dos manos y me dio un rapido y tierno beso.
-no te cierres, quiero saber como te sientes- dijo mirándome a los ojos -me importas mucho- me sonroje -quiero que seas sincero conmigo-
-esta... está bien- me rendí al ver sus ojos negros -intentare ser menos grosero- el me sonrió y volvió a darme un tierno beso para después agarrar mi mano y llevarme de nuevo a comedor. Cuando llegamos mi madrastra se levanto con una cara de tristeza y se dirigió a mí.
-de verdad lo siento- me dijo acercándose -no era mi intención que esto...-
-no, perdóneme a mi por grosero- la interrumpí -no debí tratarla así, usted está esforzándose mucho, merece mi respeto- volteé a ver a Félix y el me sonrió. Después los tres pasamos a sentarnos a nuestros lugares.
-Simón, la cocinera te improviso un sándwich- me dijo Liz
-oh, gracias- dije sonriendo. Liz Félix y yo comenzamos a hablar sobre la escuela mientras mi padre y mi madrastra nos miraban, Liz decía chistes malos y Félix solo la miraba sonriendo. Toda estaba muy tranquila hasta que de pronto entro un niño que parecía tener entre 5 y 6.
-mami, papi, miren- entro gritando y corriendo al comedor con un dibujo en sus mano. ¿Mami? ¡¿PAPI?! Me quede en shock. Todos voltearon a verme, Félix agarro mi brazo con su mano al verme paralizado, le quité la mano y salí corriendo hacia la puerta principal.
Espero que le haya gustado. No se si subire oto capitulo antes de navidad así que :
FELIZ NAVIDAD
Intentare subir uno antes de año nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Mi razón de vivir
SonstigesSimon, un adolescente de 17 años se muda a otro país por el trabajo de su madre. Cuando llega a el internado en el que iba a estudiar una de sus sorpresas fueron que el director es su padre, el cual los abandono cuando cumplio un mes de vida. En el...