Ahí lo tienes, llorando en su oscura habitación, cansado de sufrir, deseando morir para así acabar con su dolor. La sangre que corre por sus muñecas es prueba de ello. Ahí lo tienes, lo puedes ver, tratando de ser fuerte para que nadie le haga daño, con el fin de evitar más humillación, pero sabes que con las palabras correctas lo verás desmoronarse, frágil y vulnerable. Ahí lo tienes, frente a ti ¿será que aún es capaz de creer en el amor? ¿Aún cree qué todos sólo quieren jugar con él cómo sí de un juguete se tratase? Deseas protegerlo, cuidarlo y seguir evitando que sufra. Puedes hacerlo. Debes hacerlo. Tienes que salvar su vida. Hazle creer en el amor una vez más. Pero recuerda, solo un paso en falso y todo se arruinará. Solo tienes una oportunidad, y sí fallas, todo se acabará.