El amor platónico es por mucho el amor más hermoso de todos; es el acto de amar el alma, de buscar dentro de unos ojos algo mucho más allá del color: la esencia, las virtudes o la inteligencia que alguien puede a llegar a alojar dentro suyo; el simple hecho de amar sin tocar, sin poseer, puede superar incluso al más excitante acto sexual.