Uccellino.

il sole

Mia comenzó a ir a casa de Rossetta días después de lo ocurrido en el jardín de su casa, parecía que nada de eso había acontecido, ni la pelea ni el sobre nombre ni mucho menos las insinuaciones de Mia para con Rossetta. La joven llegaba a casa de Rossetta sin la más mínima preocupación, la saludaba amablemente pero el resto del tiempo se dirigía siempre a Nestore, a él le pidió tomar un libro de jardinería explicándole siempre que Rossetta la había invitado, sonreía un poco y se sentaba en la sala mientras Rossetta la miraba desde la cocina, lo hacía a propósito. Era una chica astuta y sabía que muy en el fondo aquella dama frente a sus ojos que preparaba café cada mañana y se lo servía a Mia en una taza de porcelana adornada con flores, no había dejado de pensar en uccellino.

¿Cuál era la diferencia entre uccellino y Mia? Si eran la misma persona, ¡Claro que lo eran! ¿O no?

Una persona puede estar compuesta por una infinidad de personalidades, personas extras, formas de más o de menos. Una persona puede parecerse a otra nueva incluso entre diferentes amigos, y es extraño cuando esto ocurre; sólo imaginen señores: Se encuentran hablando con su mejor amigo y él ríe como siempre, con aquella risa despampanante que se escucha hasta la calle posterior; ahora imaginen que ese mismo amigo da la vuelta y comienza a conversar frente a ustedes con otro de sus amigos, uno que ustedes no conocen, ahora su amigo no ríe, ahora llora, y llora como nunca lo han visto llorar, se encuentra poseído por la mesticia y hasta pronuncia algunas frases que parecieran ser poesía. ¿Quién es este amigo suyo? Que minutos antes reía y ahora llora.

Supongo que quedarían consternados, pero esto sólo demuestra mi punto, una persona no está compuesta por una personalidad, sino por muchas, muchas que lloran, ríen y sufren y cada una es diferente a la otra, tantas que si las viéramos al mismo tiempo en un sólo ser, diríamos que este se ha vuelto loco, pero no. El ser humano no es una unidad, es un rompecabezas lleno de miles de partes.

Así que Uccellino no era Mia pero lo era al mismo tiempo. Uccellino componía a Mia, al nombre de Mia, pero no era aquella joven llena de vida, no. Uccellino era algo más, era mucho más. Uccellino era la parte escondida, la parte que nadie conocía más que ahora Rossetta en carne propia. Uccellino era una encarnación de muchas, muchísimas cosas. No se podría decir que Uccellino era la verdadera parte de Mia, pero sí se puede decir que Uccellino era la parte que más le gustaba a Mia de su propio ser. Y esto, señores, esto es demasiado importante, porque si la parte que uno ama de si mismo es amada por otro, uno puede creer, y no sólo eso, uno sabe, que ese otro le ama a uno, como uno se ama a si mismo.

Uccellino no se presentaba cada tarde, ni los días que bebían café, Uccellino nacía a solas, con la boca suelta y las piernas ligeras, parecía que volaba lejos, parecía que se extendía sobre el éter del universo. Uccellino recitaba poesía y lloraba amargamente, reía sin pena y gritaba por amor, aquel pajarito era como una condena, tan suaves sus alas, tan dulce su canto, era el pájaro que Rossetta hizo nacer aquella tarde en el jardín, como si el sol reflejado en los ojos de la castaña le hubiese brindado vida. Mia lo tenía para ella, pero un día se lo regaló al sol.

"Quémalo" dijo "Quémalo pero déjalo acercarse un poco a ti, un poco a tus labios, un poco a tu voz"

Quiero recomendarles el libro de Hermann Hesse "El lobo estepario" pues de ahí me inspiré un poco para escribir lo de las varias personalidades.