Cuando creía que su felicidad estaba completa, un golpe de realidad hunde a Chiara Di Santis en la oscuridad; tratando de sobrevivir al dolor de la traición de su esposo por el bien de su hijo, y no caer en una fuerte depresión, ella toma desiciones que la llevarán a cometer varios errores que la arrastran conocer mejor a Raymond Ayala, que le enseñara que los tonos fríos no siempre son malos.