CAPÍTULO 3

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El rubio suspiro con cansancio, sabía que posiblemente era una de más preocupaciones de la mujer, pero no esperaba que realmente le fuera a decir, siendo ella yan tímida y complaciente. Podría pagarle una casa, pero no se sentía seguro con ellos dos viviendo solos. Máx era su hijo después de todo, tal vez alguien quisiese hacerle daño o secuestrarlo para obtener algo de él. Con otro suspiro, negó con la cabeza.

- Luis: puedo comprarte una casa, pero deberá estar cerca de la casa de tu padre
- Chiara: (por fin levantó la mirada, en ella había una determinación, que ciertamente no sentía, pero que por él bien de su hijo era capaz de sacar a flote) no me iré de la casa (dijo con decisión)
- Luis: (suspiro para darse calma. Necesitaba a su hijo a salva) no pueden quedarse solos aquí (dijo con algo de molestia)

"NO ES COMO HUBIERA UNA DIFERENCIA"

Pero de nuevo, más palabras se quedaban atascadas en su boca. Sin poder salir para reclamar los años de abandono que habían sufrido. Simplemente le sostenía la mirada lo mejor que podía. A pesar de querer llorar y alejarse corriendo a un lugar lejano.

- Chiara: ESO HAREMOS (dijo viéndolo a los ojos)
- Luis: CHIARA
- Chiara: YO TAMBIEN SOY MILITAR, PUEDO CUIDARME SOLA Y CONSEGUIR UN TRABAJO (Y por fin lo había gritado. No las palabras dolorosas que necesitaba sacar, pero lo había hecho, defendía su vida y la de su hijo)
- Luis: (se pasó una mano por el cabello con frustración. No quería herir de más a la mujer con la que compartió una parte de su vida, la que le había dado una familia y la que lo apoyó para cumplir su sueño de ser el gobernador) has estado inactiva mucho tiempo, ¿como diablos pretendes con...

Se quedó callado y desvió la mirada para poder encontrar más palabras adecuadas, no quería recordarle lo débil que es, sus pensamientos se cortaron al escuchar el suave goteo que caía de la barra, al suelo, su vista se dirigió hacia ese sonido, que no parecía el de una gota de agua, y abrió los ojos al notar la sangre escurrir de la mano de Chiara hasta el suelo.

- Luis: que demo....? ¡estás herida!!!

Se acercó a ella y jaló su mano, estaba pálida y fría por la fuerza con la que había apretado la barra. La mujer se sólo de su extrañamente, delicado acarree con fuerza y apretó su mano contra su pecho.

- Chiara: no es algo que te importe (dijo sin verlo al rostro)
- Luis: ¡¿ASI QUIERES QUE LOS DEJE SOLOS??! ¡¿AÚN CUANDO NO ATIENDES A TUS PROPIAS NECESIDADES?!
- chiara: (Cerró los ojos y apretó mientras bajaba la mirada, haciendo que el flequillo me cubriera los ojos, mientras su cuerpo temblaba ligeramente en un intento por controlar el llanto) VETE (le dijo con voz firme)
- Luis: (abrió los ojos sorprendido. La Chiara que conocía estaría pidiéndole ayuda, llorando y suplicando que buscaran una solución. La Chiara que él conocía no le habría ocultado la cortada) Chiara (le llamo preocupado tratando de acercarse a ella, que simplemente huía de su cercanía)
- Chiara: VETE (repitió con voz fuerte)
- Luis: (solo se me quedo viendo sin saber qué decir, temiendo haber llevado al límite a la mujer) yo solo quiero...
- Chiara: QUE TE LARGUES (le grito perdiendo la paciencia) ¡VETE DE MI CASA LUIS!

De nuevo sus ojos azules se abrieron con asombro, ella nunca le había gritado, y esta era la segunda vez que lo hacía en menos de 10 minutos. Sin poder hacer otra cosa, se dio la vuelta y salió con calma de la casa. Recargando su espalda contra esta cuando estuvo afuera.

Una vez que salió su vista, Chiara se permitió caer de rodillas y luego sentarse por completo, el llanto que estuvo reprimiendo todo el tiempo salió con sollozos y pequeños gritos que sus manos ensangrentadas amortiguaban, el sabor metálico inundó su boca, pero lo ignoró una vez más mientras sentía todo su cuerpo temblar, el dolor le llenaba el alma y esa fortaleza que mostró frente al rubio poco a poco se desmoronaba hasta que se perdió por completo. Solo era una muñeca rota en esa pequeña cocina.

A las afueras de la casa, el rubio escuchó a la mujer llorar. Suspiro con frustración dejando caer la cabeza hacia atrás chocando levemente con la puerta, no podía entrar y consolarla cuando él era el causante de su llanto. Y se sintió el peor patán de la tierra, por hacerla llorar, a una mujer tan delicada como lo es Chiara. Apretó los puños y se alejó dela puerta, no podía dar marcha atrás en sus desiciones solo por un llanto que sabía que escucharía. El ya tenía un futuro planeado con jessenia y no era de los que dan marcha atrás. Así que dejando atrás el llanto de la que una vez fue su mujer, se montó en su carro y se fue a su oficina.

(•••)

Una vez más, esta vez lo lograría, se repetía una y otra vez, pero la verdad era que después de 1 semana tratando de entrenar para entrar al equipo de basket, y estaba perdiendo la concentración y terminaba tirando la pelota a otro lado una y otra vez, con un suspiro frustrado, fue a buscar la pelota una vez más y se quitó el sudor de la frente, su objetivo era entrar el balón a la canasta a cómo diera lugar.

- Raymond: nunca has batallado con eso
- Max: (Se sobresaltó al escuchar la voz a sus espaldas y se sonrojó muestras se daba la vuelta, sonrió quedamente) eto (dijo jugando con sus dedos índices) es solo que lion hará una pijamada y pensaba si mamá me dejara ir
- Raymond: (se limitó a verlo sin emoción) hmp ("No sabe mentir" pensó el moreno al verlo fijamente)
- Max: (se puso completamente rojo y debio la mirada. Si no estaba concentrado no era buena idea que hacer que raymond perdiera el tiempo ayudándolo) solo... que algo está pasando y no sé qué es
- Raymond: (frunció el ceño ligeramente. Había ido a entrenar con ese niño para mantener su mente en calma y olvidarse por el momento de que había dejado a jessenia. Pero al parecer las cosas en esa familia también estaban por llegar al punto de quiebre) hmp
- Max: (apretó sus puños con importancia y bajo aún su mirada, huyendo a la de su entrenador, no sabía cómo debía reaccionar a los monosílabos que le decía el hombre, pero al mismo tiempo necesitaba hablarlo con alguien qué tal vez si entendiera la situación) es que.... ayer escuché que algo se rompió (dijo sin levantar la vista) era tarde y mamá me había acostado.... pero cuando baje a la cocina, la vi llorando
- Raymond: (ignoró esa punzada de culpabilidad que le llegó) tal vez se corto (le mintió en un intento por tranquilizarlo)
- Max: (asintió) ella se cortó en la mano (le confirmó) pero no hacia nada por parar la sangre.... estaba en la cocina llorando y no pude acercarme para ver qué le pasaba (No le comento el hecho de cómo su madre estaba arrodillada en la cocina abrazándose a sí misma, o que parecía querer mantener el silencio para no despertarlo, sin percatarse de que él ya estaba despierto, no creía que raymond necesitaba esos detalles para comprenderlo)
- Raymond: ¿no quisiste o no pudiste?

Un Amor Después Del Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora