Perdí al hombre que ama cuando estábamos por casarnos, no caí en el abismo porque en mi crecía una nueva vida. La cual también perdí antes de que naciera, esa luz que iluminaba mi vida, se apagó, ya no podía seguir, decidí morir. Pero alguien se apiado de mi alma, eso es lo que pensé. Pero de nuevo había perdió otra vida, el dolor, tristeza, se apoderó de mi, la vida ya no era vida. Quería morir, pero un hombre que se hace llamar Emperador no me lo permite.