Sabía que estaba siendo egoista, que tarde o temprano tendría que acabar todo aquello. Pero ahora sólo disfrutaba de la situación, ya que esos pequeños momentos con él le alegraban la vida, aunque jamás lo admitiría. Después de todo, no era fleto, ¡claro que no! Él amaba a su polola, y simplemente dejaría que todo fluyese como debiera. Oh, Nicolás sabía perfectamente que estaba jugando con fuego, pero no se detendría hasta quemarse. Jainico. | JAIDEFINICHON, GOTH.