Saiki es un dios caído del cielo por culpa de un castigo impuesto a sus padres, y es condenado a no poder sentir nada, al ser descubierto por la gente del pueblo como un niño prodigio, es llevado al templo donde crecerá y se encargará de cuidar a los sacrificios del templo una vez haya crecido. A la edad de 16 años llega un chico muy peculiar para ser usado como sacrificio Saiki se encargará de cuidarlo los cuatro años hasta que cumpla la mayoría de edad y pueda ser sacrificado.