POV: ArenEsto iba a ser un reto, puede que el mayor de mi vida, ese capullo no iba a ponérmelo fácil.
-¡Más te vale bajar y como te caigas encima te pegaré ! -grité mientras miraba a aquel renacuajo que pensaba que era muy chulo por subir una estatua, cuando en realidad podías ver el puro miedo en sus ojos.
¡Kuboyasu! -¿Eh? ¿Quién me llama ahora? No ven que estoy ocupado tratando de hacer que el niño rico de papá no se abra la cabeza. Ah…era ese niño, Toritsuka, probablemente acabe de hacer alguna tontería y venga para disimular y poder decir algo como: ‘‘¡yo no he sido, yo estaba con Kuboyasu y Saiko tengo testigos!’’ es tan predecible que da pena…¿Y si buscas al padre de Saiko? Él lo hará bajar- Eso era…en realidad una buena idea, no me creo que se le haya ocurrido a él ¿quién se la ha chivado? en fin…voy a darme prisa…no hay dinero que pueda arreglar unas palas rotas.
El problema es que yo no puedo decirle eso al padre de Saiko, demostraría que no he estado detrás de su hijo como un perro faldero y entonces la culpa sería mía…bueno a Saiko también le da miedo así que puedo usar eso a mi favor.
A la de 3 voy a llamar a tu padre como no estés aquí abajo. 1…2…- Pude ver perfectamente como los ojos verdes de Saiko se abrieron con nervios de solo pensar lo que su padre haría si lo encontrará allí subido, pero solo lo decía para obligarle, obviamente no iba a llamar a su padre, eso me metería en un problema también.
Tch!-Vi como algo caía de arriba y lo esquive justo antes de que me cayera en la cara. Eso…Eso es un escupitajo?!
Me acabas de escupir?!-Grité incrédulo, este maldito renacuajo de menos de 80 centímetros me acaba de escupir? -¡Imbécil! Verás cuando bajes… Me la vas a pagar!- Será posible que este niñato malcriado me acabe de escupir?!
A ver algo ha bajado, si no te gusta sube tu-dijo Saiko desde arriba con desdén y haciendo un puchero con los labios para luego sacarle la lengua
Aren suspira y frunce el ceño-Muy bien tú lo has querido-Aren empezó a subir por el pie de la estatua, la verdad es que era bastante rápido.
¡No subas, no subas, ya voy! Eres más pesado que un collar de piedras, dios mio…-Saiko empezó a bajar de la cabeza de la estatua, cuando por fin puso un pie en el hombro de la estatua, la resbaladiza capa de oro que cubría la estatua de Apolo le hizo resbalar y casi caer al suelo, rápidamente Saiko se agarró al cuello de la estatua, aferrándose para no caerse
Te vas a caer anda ya voy yo…-Aren suspiro enfadado agarrandose el puente de la nariz,estaba a punto de gritarle a Saiko otra vez cuando al levantar la vista vio los ojos esmeraldas de Saiko cubiertos por una cortina de lágrimas y con los labios temblando-Espera…¿estás llorando?-
N-no…!- Dijo Saiko intentando limpiarse las lágrimas, pero al soltarse casi se vuelve a caer, y entonces ahora sí que se puso a llorar como el niño pequeño de cuatro años que realmente es.
-Deberías llamar a su padre- Dijo Toritsuka a mí lado, quizá tenía razón por mucho que doliera admitirlo.
-Tienes razón, quédate aquí vigilando a Saiko por favor- Dijo Aren para luego girarse a mirar a Saiko - Y tú a ver si para la próxima te estás quietecito-
Después de decir eso se marchó para buscar al Padre de Saiko.
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Entre castigo y compañías
Fiksi PenggemarSaiki es un dios caído del cielo por culpa de un castigo impuesto a sus padres, y es condenado a no poder sentir nada, al ser descubierto por la gente del pueblo como un niño prodigio, es llevado al templo donde crecerá y se encargará de cuidar a lo...