Luego de acogerla como miembro de los Despojos de una manera muy poco ortodoxa, Kaz Brekker le ofrece a Lisa Zenik su libertad a cambio de realizar un último trabajo junto a él y sus cuervos. Sin embargo; en el camino Lisa descubrirá que Kaz no es un mal hombre como creía sino que está roto y ella tratará de hacerlo feliz sin imaginarse que "Manos Sucias" podría robarle el corazón que un día perteneció al General Kirigan. - Kaz no quiere a nadie-. le dije a Jesper mientras me acomodaba en su hombro - Te quiere a ti, o eso parece porque te protege como a nadie- el chico zemeni me miró y sonreí
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